La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, y el consejero de Educación, Cultura y Deporte de Castilla-La Mancha, Ángel Felpeto, inauguraron la tercera edición del congreso Exducere, un seminario que se extenderá hasta la jornada de hoy y que reune a casi un millar de docentes de todas las etapas educativas no universitarias, 800 de ellos procedentes de centros escolares de la región. También acudieron las consejeras del ramo de Aragón y Extremadura, además de diferentes responsables educativos de otras regiones.

Durante su intervención, la ministra Celaá se refirió al proyecto de ley en materia educativa que está desarrollando el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez. El objetivo del actual Gobierno pasa por derogar la ley vigente, la Lomce de 2013 aprobada con la mayoría absoluta del PP, y «restaurar la igualdad de oportunidades» en el sistema. La máxima responsable ministerial aludió a los «desafíos contemporáneos» surgidos y la necesaria respuesta que el nuevo marco legislativo debe ofrecer.

La idea que Celaá desgranó en Toledo «encaja con las demandas que marca la agenda 2030» y parte de cinco principios que impregnarán el espíritu del nuevo texto normativo: la Convención de Derechos del Menor de la ONU; la prevención de la violencia de género (educación en igualdad); la atención personalizada; la educación para el desarrollo sostenible; y la participación. «Equidad, participación y autonomía», serán los tres principios que inspiren la ley orgánica que el Gobierno pretende aprobar.

Celaá fijó en la leyes de 1990 (Logse) y 2006 (LOE), ambas aprobadas por Gobiernos socialistas, «los contrafuertes que sustentan el sistema». Además, rechazó compartir «la situación catastrofista» con que  se describe a la realidad educativa del país desde diferentes voces. «Es mucho más estable de lo que algunos han pretendido decir». 

La también portavoz del Gobierno definió a la educación como «eje del cambio, herramienta de igualdad y puerta de entrada al mundo de la economía». La máxima responsable estatal del ámbito educativo recordó el poder transformador que emana de las aulas y se refirió a los docentes «como alma del proceso educativo». Sobre el papel que desempeñan diariamente con los estudiantes, la ministra valoró cómo «cuando los alumnos perciben que a los docentes les importa su vida empiezan a cambiar».

La ministra recordó las modificaciones aprobadas en beneficio del profesorado como la bajada en el ratio de educandos por aula. Además, defendió la adaptación de la enseñanza a las necesidades de cada cual. «No concibimos la educación desde el darwinismo del más fuerte», añadió Celaá. «La escuela inclusiva es aquella que tiene una mirada larga y que contempla la diversidad».

El consejero regional, por su parte, aludió a «la formación con un contenido más presencial y el compartir proyectos» como pilares del congreso. El evento, organizado por el Centro Regional de Formación del Profesorado, se celebra en el Palacio de Congresos El Greco de Toledo y tiene como objetivos ahondar en la diversidad cultural, la inclusión y la sostenibilidad educativa, además de reivindicar la igualdad de género y el sentido del humor como herramienta metodológica. Las diferentes sesiones del simposio contarán con relevantes personalidades del mundo educativo.

estancias formativas. Felpeto anunció la convocatoria de su departamento, el próximo lunes, de estancias formativas para el profesorado en otros centros educativos dentro la región. La idea, denominada ‘Observa y transforma’, se extenderá durante un periodo de uno a tres días, tiempo en el que los docentes podrán «conocer los proyectos de otros centros para incorporarlos luego a los suyos». El consejero se refirió al plan como una «demanda de los docentes de la comunidad autónoma» y expresó el deseo de que quienes se acojan al mismo puedan «compartir» su forma de trabajo en las diferentes áreas educativas. La convocatoria comienza el 15 de febrero y concluye en mayo.

el ejemplo de malala. Tras la apertura del congreso intervino Ziauddin Yousafzai, padre de la joven afgana Malala Yousafzai, premio Nobel de la Paz en 2014 por su lucha en favor de la escolarización de las niñas. La conferencia del progenitor, titulada Lets her fly (Déjala volar), abordó la necesidad de incluir a la mujer en los programas educativos escolares de todo el mundo. La ministra Celaá aplaudió el legado de la joven asiática, «un símbolo que ha cambiado su mundo próximo y el mundo global».