La vicecoordinadora regional de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha y responsable del Área de Mujer, Isabel Álvarez, ha denunciado la posible apertura de un local que se dedicará a la prostitución en la EATIM de Gamonal. Desde la formación se refieren en nota de prensa al local Jake, que ha solicitado una licencia para actividad hotelera, si bien los vecinos han iniciado una campaña para impedir que reabra sus puertas por que, según han denunciado, será de nuevo un prostíbulo.

«Los vecinos y vecinas de Gamonal se encuentran preocupados por la posible apertura de un local que saben que se dedicará a la prostitución, porque anteriormente así ha sido», ha señalado Álvarez, quien ha manifestado que para IU «el problema de este local, donde presuntamente se explotará sexualmente a las mujeres, pasa por el doble rasero con el que las autoridades y administraciones van a cerrar los ojos, por un lado contentas de que se abra un negocio y, por otro lado, a sabiendas de que ahí se explotará a las mujeres».

La vicecoordinadora regional de IU C-LM ha explicado que «las abolicionistas no queremos que los prostíbulos se vayan a los polígonos industriales o que estén alejados de la vista de los niños y jóvenes, lo que queremos es que ninguna persona vaya a violar a mujeres por dinero, porque ese es el problema de la prostitución».

Sobre esta cuestión, ha insistido en que «una sociedad de libres e iguales no puede permitir que bajo la denominación de negocio se ampare cualquier tipo de actividad, como en este caso que previsiblemente se dará a una que mercantiliza el cuerpo de las mujeres como objetos».

A juicio de Álvarez. las administraciones «no pueden mirar hacia otro lado», ya que «están avisadas por los vecinos y vecinas» y consideran que estas «deben buscar soluciones para las mujeres que son prostituidas en estos locales y que necesitan una salida habitacional y una salida económica y social para escapar de esta esclavitud».

Por último, Álvarez ha recordado que durante los primeros meses de la pandemia Izquierda Unida «dio la voz de alarma», ya que «algunos municipios no solo no cerraron estos locales a pesar del confinamiento, sino que después intentaron solicitar ayudas bajo el paraguas de la hostelería para beneficiarse económicamente».