Desde hace algo más de una semana, el bramido del ciervo en celo ya se puede oír y observar en el Parque Nacional de Cabañeros. La berrea es la época más fuerte para el sector turístico y empresarial de la zona, que teme que la ausencia de turistas, principalmente madrileños, y posibles nuevos confinamientos en ciudades como la capital den como resultado una temporada «perdida y catastrófica».
Madrid es el principal foco turístico de este ecosistema único, y los datos hablan por sí solos, «más del 50% de los visitantes que se reciben cada año por estas fechas proceden de Madrid», comenta Eladio Gómez, presidente de la Asociación de Ecoturismo en Cabañeros, por lo que la berrea llega entre la «incertidumbre y el escepticismo» de las medidas que se vayan estableciendo en la comunidad madrileña pero también en Castilla-La Mancha, añade Jesús Pozuelo, gerente de la empresa Ecodestinos, que ofrece servicios de visitas guiadas en 4x4 en el parque nacional.
La bajada de temperaturas y el abundante pasto ha animado a los animales a ponerse ya en celo, pero al parecer lo que no se animan son las reservas, que a fecha de hoy «son bastante flojas», como así lo reconoce Mariano Gómez, presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo de Horcajo de los Montes (Hortur) y propietario del camping El Mirador de Cabañeros. «Julio y agosto han sido meses muy buenos en cuanto a reservas, pero en septiembre no hay previsión de futuro, la gente llama para reservar de un día para otro. Una situación especial que nunca antes ha ocurrido», argumenta en declaraciones a La Tribuna.
A pesar de los buenos datos cosechados meses atrás, en los que el visitante ha optado por un turismo de naturaleza, la «preocupación» existe entre los empresarios, quienes ahora centran todas sus miradas en la berrea, el principal atractivo del parque que repercute de manera «potente» en la economía de la comarca, por lo que no es de extrañar que el sector empresarial mire el futuro con recelo ante posibles nuevos confinamientos y que darían como resultado una temporada de berrea «mucho más floja que otros años». Aunque reconoce que la temporada acaba de empezar «el futuro no pinta bien porque las reservas son pocas», declara el presidente de Hortur, quien echa de menos el apoyo de administraciones como la Junta o la Diputación para llevar a cabo una campaña promocional del parque.
Empresarios y hosteleros han hecho un «importante» esfuerzo para reiventarse en tiempos de pandemia e implementar todas las medidas de sanidad establecidas por el Gobierno, además de otros muchos más específicos de la Carta Europea Sostenible para ofrecer un turismo seguro en el Parque Nacional de Cabañeros. Un protocolo, recalca Gómez, «muy bien implantado y definido en todos los alojamientos y empresas de actividades». Así, por ejemplo, la empresa concesionaria de las visitas en 4X4 ofrecen rutas exclusivas para aquellos turistas que no quieren compartir vehículo con otros visitantes, además no se comparte material óptico y todos los vehículos se desinfectan entre ruta y ruta siendo obligatorio el uso de la mascarilla. Pero a pesar de todo ello, «puede haber alguna dificultad por parte del visitante debido a que el virus no para y los contagios aumentan, algo que puede echar al visitante para atrás», señala al tiempo en que confía en que con el transcurso de los días «vayan aumentado las reservas» y se frenen los contagios de COVID-19.
Para los que quieran vivir una oportunidad única de la mano del Parque Nacional de Cabañeros se ofrecen cuatro turnos: 07.30 , 11.00, 13.00 y 17.30 horas para el mes de septiembre y 08.00, 11.30, 13.30 y 17.00 horas para octubre. Para más información se puede acceder en la web www.visitacabaneros.es