«Los trasvases son obsoletos». De esta manera lo dejó claro hace quince días la alcaldesa de la ciudad, Milagros Tolón, en referencia a los cambios normativos relacionados con el agua y el trasvase. Si bien, ahora le toca al turno al Pacto de Toledo por el Tajo, que se celebrará mañana para analizar la situación actual del río y dar a conocer las alegaciones que plantea el Ayuntamiento de Toledo al III Ciclo de Planificación Hidrológica, cuya aprobación está prevista para abril de 2022, que promete cambios técnicos complejos y la revisión de las normas de explotación.

En este sentido, la postura del equipo de Gobierno municipal es clara desde hace tiempo y así lo manifiesta la alcaldesa y sus concejales cuando tienen ocasión de hablar sobre el río Tajo. «El trasvase es una infraestructura obsoleta que impide una recuperación de las riberas y del río», subraya De la Cruz,. Por tanto, considera prioritario y urgente que se vaya estableciendo «poco a poco» una fecha de caducidad para este trasvase que está perjudicando notablemente a Toledo desde hace muchos años.

Habrá que esperar al resultado de la convocatoria del Pacto de Toledo por el Tajo por si hay alguna novedad, pero lo cierto es que el Ayuntamiento se mantendrá firme en su posición porque la solución definitiva únicamente puede pasar  por la derogación del trasvase, ya que en el caso de Toledo no existe otra alternativa para devolver la salud al río y a sus riberas.

En este sentido, la alcaldesa ya comentó hace quince días en un foro organizado por la FEMP celebrado en Valladolid la necesidad de cambiar de rumbo y apostar por las desaladoras y por la reutilización del agua como alternativa «a las derivaciones del Tajo-Segura que machacan nuestro río». De momento, en el equipo de Gobierno municipal saben que el camino es duro, pero estarán muy atentos a las novedades del IIICiclo de Planificación Hidrológica para comprobar que realmente se produzcan cambios importantes en esta materia y el río pueda ganar caudal y salud en los próximos años.