El mismo objetivo, pero un escenario diferente. Christian López se apuntó cuatro Guinnes más el pasado viernes, esta vez en Torrijos. El atleta de Cabañas de la Sagra quiso dar relumbrón al título de Villa Europea del Deporte con un espectáculo en plena calle que contó con mucha expectación, un ambiente de excepción que le llevó «en volandas», como él mismo manifiesta.
Y es que, de la soledad de la pista del Polígono hace apenas dos semanas, el toledano pasó al bullicio de la calle Manuel Benayas, repleta de torrijeños disfrutando del verano y esta vez de la velocidad y la fuerza de López.
Después del ritual habitual, con mediciones y vídeos explicativos de los records, el cabañil se puso manos a la obra con los 50 metros más rápidos hacia atrás con aletas de natación, uno de los retos que levantó más aplausos. La organización le pedía bajar de 11.42 y lo logró con un registro de 9.33, más de dos segundos menos. Y con la dificultad añadida de que las aletas eran de 43,5 centímetros cuando le valía con unas de 30.
Cuatro Guinness para Christian López en TorrijosDe ahí pasó a los 100 metros corriendo hacia atrás con una mochila lastrada de casi 30 kilos (le pedían 27,220). La llenó de arena, la pesó antes y después, y se lanzó a la carrera para batir otro Guinness y dejarlo en 23.55. Servía con menos de 30 segundos, pero Christian López está convencido de que todavía puede hacerlo mejor porque se dejó llevar en los últimos metros: «Tengo bastante margen de mejora».
El tercer reto consistía en realizar el mayor número de zancadas consecutivas hacia adelante en un minuto. Dejó el registro en 76 cuando debía realizar al menos 71 para inscribir su nombre en el Guinness World Records. El propio atleta narra la dificultad que entraña esta prueba porque «al ser en línea recta, es fácil perder la estabilidad, además del cansancio muscular que se acumula».
Pero no contento, se atrevió a realizar un cuarto récord, similar al anterior pero con una mochila lastrada de almenos 9 kilos y 100 gramos. Llegó a 9,5 y alcanzó las 65 zancadas (le exigían 51). Puso así fin a una tarde noche que se extendió casi hasta las 23:00 horas y en la que la gente «estuvo entusiasmada». Está claro que no hay barreras Christian López, ni siquiera la de la presión. Lejos de inquietarse, se creció.