La avalancha es tal que no existen datos concretos. En algunas dependencias policiales de España llevan años acumulándolos y se contabilizan en sacos. Es una autentica plaga de falsificaciones y un peligro para la seguridad vial. Guardia Civil, Policía Nacional y las distintas policías autonómicas cuentan con especialistas en documentoscopia que siguen la pista a los miles de carnés de conducir falsos procedentes de Venezuela y que tratan de ser canjeados en las distintas jefaturas provinciales de Tráfico por tarjetas homologadas y auténticas.

En la vecina comunidad de Madrid se estima que 20 de cada 100 carnés de ciudadanos venezolanos que se revisan en los controles son falsos. En Toledo hace tiempo que se han detectado algunos casos, el último en la madrugada del pasado sábado 30 de noviembre, que terminó con la detención del portador del documento.

El arrestado podría enfrentarse, como presunto autor del carné y conductor, a delitos de falsedad documental, estafa y un delito contra la seguridad vial. La falsificación de documentos oficiales está sancionada en el Código Penal con penas de 6 meses a 3 años de prisión y multa de 6 a 12 meses. El delito de estafa conlleva además la pena de 6 meses a 3 años de cárcel y, por conducir careciendo de autorización por no haberla obtenido nunca, puede suponer la privación de libertad de 3 a 6 meses o multa de 12 a 24 meses o trabajos en favor de la comunidad de 31 a 90 días.

Con todo, la mayoría de las falsificaciones que existen de los carnés de conducir venezolanos son bastante burdas y fáciles de detectar, aunque hay algunos más complejos.

El problema de las falsificaciones se inició antes de junio de 2017 en Venezuela. Ese verano el gobierno decidió enviar los carnés por correo electrónico en formato PDF para que, mediante un código de barras, los beneficiarios pudieran imprimirlos en sus propias casas.

En España, desde el 22 de julio de 2019 no se permite canjear los carnés de conducir venezolanos en ese formato papel, solo se aceptan los expedidos en origen en tarjeta de plástico, ya que los otros no cumplen la normativa europea.

Por ello, todos los carnés falsificados que circulan en España son previos a junio de 2017, que sí que cuentan con formato plastificado.

El incremento de ciudadanos venezolanos en España debido a la crisis en su país ha propiciado también una notable subida de este tipo de delitos.