Cáritas Diocesana de Toledo inaguró en el día de ayer ‘la Casa Zaqueo’, un alojamiento de emergencia para familias en una situación de extrema vulnerabilidad.  Esta vivienda fue cedida a la entidad por Enrique Carrillo, canónigo de la Catedral Primada, para poder acoger a las familias que más lo necesiten. El evento estuvo presidido Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo, Alfonso Sacristán, monitor del taller prelaboral de mantenedor de edificios y Paloma Martín, trabajadora social y coordinadora del área de inclusión.

Fue el arzobispo quien intervino primero ante los medios de comunicación, recordando que contar con un alojamiento para familias vulnerables es un recurso necesario. «La Iglesia como madre, acoge siempre a los más necesitados,  porque el único amor que no entra en crisis, es el amor de una madre que siempre quiere darle lo mejor a sus hijos y, es aquí donde especialmente está la Iglesia», explicó el arzobispo.

Cerro Chaves quiso también, agradecer públicamente a Enrique Carrillo, canónigo de la catedral primada, por haber cedido dicha vivienda para dar cobijo a las familias. «Cáritas diocesana de Toledo atiende a las necesidades de carácter urgente de todas las personas y familias en situación de emergencia social, ofreciendo un intervención integral a los problemas planteados, dando solución a las necesidades materiales, psicológicas, socio-sanitarias y espirituales», argumentó Cerro.

Un hogar para situaciones de emergencia social - Foto: David PérezPor otra parte, Alfonso Sacristán, monitor del taller prelaboral de mantenedor de edificios, quiso detallar en qué consistió la rehabilitación de esta vivienda, que comenzó en el mes de junio. Han sido ochos alumnos los que han trabajado para que la casa pueda acoger a los más necesitados. «En Cáritas trabajamos para que todos tengan las mismas oportunidades y estos chicos lo tienen claro. Siempre trabajan con la finalidad de ayudar». Sacristán explicó  también que después de tener el edificio cerrado tanto tiempo, se necesitaba mucho mantenimiento. Se realizaron trabajos de limpieza en los tejados, restauración de goteras, se pintaron habitaciones, barnizaron puertas, se acondicionó los baños, la cocina y el  garaje.

La última que participó fue Paloma Martín Vidales, trabajadora social y coordinadora del Área de Inclusión de Cáritas Diocesana de Toledo, recordando el fin que tiene la ‘Casa Zaqueo’ para aquellas familias que han agotado todos los recursos para tener una vivienda.

El alojamiento cuenta con seis habitaciones, acondicionadas perfectamente para una familia. Dispone, además, de dos salas de estar, cocina, cuatro baños, dos ‘offices’, una zona de lavadero, despensas y dos patios interiores. El tiempo de estancia irá de uno a tres meses, aunque dependerá de cada caso y cada situación. «En estos meses la familia tiene una estabilidad que le permite enfrentarse a nueva búsqueda de empleo y empezar también a buscar una vivienda, porque a veces la angustia les impide tomar decisiones de por dónde continuar», expuso Martín.