Los vecinos de Montesión temen que se repita el incendio

J. Monroy
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Los vecinos asumen el mandato del Ayuntamiento y de la Junta de Comunidades de mantener limpias sus parcelas, pero apuntan que las dos administraciones han de cumplir también su parte

Vista panorámica de cómo ha quedado la zona arrasada por el fuego que amenazó las urbanizaciones de Montesión. - Foto: Ví­ctor Ballesteros

Cada verano hace más calor y está claro que la zona de Montesión, por su morfología geográfica y su tipo de vegetación es susceptible de volver a vivir algún conato de incendio, quizás no tan grande como el del pasado 28 de junio. O sí. De una u otra forma, los vecinos del entorno temen que las llamas vuelvan a darles un susto, asumen sus responsabilidades y apuntan que las administraciones tienen que hacer lo propio.

Porque dos meses después del incendio, que calcinó 1.227 hectáreas, las distintas zonas están evolucionando de forma bien distinta. De las parcelas afectadas, la mejor parte se la han llevado las que estaban desbrozadas. Las llamas incluso han llegado a pasar por encima de ellas, sin apenas afectarlas más que por radiación de calor. Las plantas afectadas aquí ya se están reponiendo. A su lado, hay otras parcelas, no habitadas, que han sufrido con mayor rigor las llamas. Poco a poco la ceniza va desapareciendo y se comienza a vislumbrar la tierra. La peor parte se la llevó el espacio del valle que rodea la urbanización, antiguo monte bajo. Es desolador ver el estado en el que quedaron algunas encinas y todavía hoy, salvo por el olor, hay pocos cambios en relación al día después del incendio. Ni siquiera se escucha el canto de cigarras, lo que en Toledo en esta época del año es llamativo. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación, aunque los ecologistas son relativamente optimistas en torno a la recuperación del monte.

Prevención. Mientras tanto, las distintas administraciones implicadas y los vecinos han comenzado a trabajar en la prevención de nuevos siniestros. Los primeros en mover ficha fueron los residentes. Su Entidad Urbanística Colaboradora solicitó al Ayuntamiento el pasado 24 de julio que abordara la ejecución de un cortafuegos perimetral, que evite la propagación del fuego con la intensidad y rapidez que tuvo; la comprobación del adecuado funcionamiento de los hidrantes instalados en la urbanización; la confección de sendos planes de actuación (para coordinar los órganos de extinción) y de evacuación en caso de emergencia;así como la limpieza, desescombro, adecuación y reforestación de las parcelas privadas afectadas y de los espacios comunitarios.

Por otro lado, ha informado la misma Entidad Urbanística a los vecinos, el Ayuntamiento y la Junta también les insta a tener sus parcelas en condiciones para evitar nuevos incendios. Para empezar, la Consejería de Desarrollo Sostenible está redactando el Plan Técnico de Restauración Ambiental de los Terrenos Afectados en Montesión. A partir de ahí, la Junta advierte a los propietarios de terrenos afectados que su obligación es  colaborar con el mencionado Plan. Solicita su permiso para poder actuar allí.

Además, la Entidad Urbanística reitera a todos los propietarios que la totalidad de sus recintos tienen que estar limpios y despejados de todo tipo de escombro, vegetación y maleza que puedan originar incendios. Así se lo ha requerido el Ayuntamiento. Este pide a los propietarios que lleven a cabo labores de desbroce de vegetación herbácea, la recogida de restos de toda índole de sus terrenos, la aplicación posterior de herbicidas, y el refuerzo y reposición de vallados. Además, si algún propietario observa que en alguna parcela no se llega a dar cumplimiento todo lo anterior, puede denunciarlo al Ayuntamiento, dado que infligiendo la normativa.

Ante esta situación, algunos vecinos han explicado a este diario que su intención es cumplir al pie de la letra con sus obligaciones, como por otro lado también estaban haciendo. Pero esperan que las administraciones hagan lo propio. Es decir, recuerdan a la Junta que debe hacer labores de prevención de incendios forestales, y al Ayuntamiento que todavía es propietario de varias fincas en la urbanización, y también deberá mantenerlas en las condiciones que solicita. Porque aunque en esta ocasión las llamas no las han afectado, eso no quiere decir que no pueda ocurrir en el futuro. Un cigarro mal apagado o un cristal pueden provocar un nuevo incendio y llegar a la urbanización por cualquiera de sus flancos, se lamentan.