La pasada semana, se estropeaban dos ascensores en las viviendas de alquiler de propiedad de la Junta en la calle Río Yedra, del Polígono. Dio la casualidad de que uno de ellos dejaba prácticamente atrapada en su casa a una persona mayor y enferma. Así se lo comunicó la Asociación de Vecinos El Tajo a la Consejería de Fomento y a Gicamán (empresa pública propietaria del inmueble). Esta última ha tenido complicado dar solución a las averías porque, curiosamente, el contrato de los ascensores no estaba a su nombre.

Pero más allá de la reparación, este hecho ha provocado una reunión entre ambas partes. Al encuentro han acudido, por parte del Ejecutivo regional, el director general de Vivienda y Urbanismo, José Antonio Carrillo; y el director general de Planificación Territorial y Sostenibilidad y presidente de la empresa pública de Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha (Gicamán), Javier Barrado. Además, junto a los representantes de la Asociación de Vecinos, han estado presentes en el encuentro varios vecinos de la promoción afectada.

Las 148 viviendas de Río Yedra, por lo tanto, han monopolizado prácticamente el encuentro. Allí la Asociación de Vecinos, explicó en su nombre José Luis Calvo, trasladó a la Junta que tiene que buscar una manera de solucionar los problemas de la promoción, siendo imaginativos. «Todavía estamos a tiempo, pero tampoco tenemos excesivo», apuntó.

Para que así, sea, El Tajo puso sobre la mesa propuestas concretas. Para empezar, tiene que ser Fomento, no ya siquiera Gicamán, quien pilote todos los asuntos relacionados con las viviendas sociales, junto a los propios vecinos. Tendría que poner en marcha ya este cambio, para que se quede aprobado antes de las elecciones. Eso sí, la gestión de las viviendas de la ciudad, incluidas 148, deben volver a Gicamán, no pueden estar en manos de administradores privados. Quiere la Asociación una dinamización del entorno, que se puede hacer con una adjudicación de los locales existentes en la promoción. Además, en la reunión del próximo mes, El Tajo facilitará a la Junta un informe, elaborado por los propios vecinos, sobre las muchas deficiencias estructurales del edificio, en busca de soluciones.

Finalmente, está el tema económico. El problema es que los alquileres son demasiado altos para que los puedan asumir gran parte de los residentes. La Junta, pidió la Asociación, tiene que hacer una nueva evaluación de los vecinos. Hoy en día, son arrendados en régimen general. Pero en un mayoría muy aplastante, apuntó Calvo, deberían considerarse régimen especial, con lo que se bajaría el alquiler. «Que lo hagan como quieran, que les den una ayuda, que venga de Bienestar Social o a los alquileres; pero tienen que buscar un sistema continuo en el tiempo», apunta el portavoz vecinal, quien recuerda que las ayudas al alquiler se han puesto y quitado y vuelto a reponer, pero durante su ausencia, muchos residentes han asumido deudas, que les han impedido cobrarlas de nuevo.

Calvo reconoció la buena predisposición de la Junta a buscar una solución a este asunto. El próximo encuentro entre ambas partes será ya el próximo mes. Barrado señaló, sobre la posibilidad de trabajar conjuntamente en la gestión diaria de edificios de viviendas, articulando actuaciones no solo en cuanto a la debida conservación y reparación de los mismos, sino también en cuanto a dar inicio a un proceso de tratamiento personalizado de la situación social y económica de cada una de las unidades familiares que residen en estas viviendas que «estos procesos se están implementando ya en las promociones de viviendas de la Junta en toda la región y ahora vamos a hacerlo también con las de Gicamán, pero queremos hacerlo de la mano de sus usuarios y, en particular, de asociaciones como la de El Tajo».

Otras cuestiones. La reunión sirvió también para, más de refilón, tocar otros asuntos relacionados con la vivienda. Sobre las dificultades de muchas familias para pagar los alquileres, Carrillo apuntó que «somos conscientes de la diversidad y complejidad de las situaciones existentes, así como el déficit de atención que nos hemos encontrado derivado de la gestión del anterior Ejecutivo autonómico en este sentido y otros tantos, en materia de vivienda. Por ello, se van a iniciar los procesos para conocer la situación y necesidades de cada familia y así poder articular soluciones adecuadas para cada caso concreto; algo que ya se ha iniciado recientemente en otras promociones de viviendas autonómicas por parte de la Consejería de Fomento y que ya está empezando a mostrar resultados». La Asociación coincidió en la conveniencia de que los Servicios Sociales hagan nuevas evaluaciones.

El Tajo también insistió en su propuesta de gestión social de las ‘tres patas’, y trasladó a Fomento que, cuando saque nuevas promociones al mercado, estas se hagan lo más eficientes y con menor mantenimiento posible. Además, las adjudicaciones sociales han de venir acompañas de medidas sociales, para que no se hunda la convivencia en los edificios.

La Asociación de Vecinos finalmente advirtió de en la necesidad de que la Junta saque a concurso todas sus parcelas en el Polígono, «que se dejen de ampliar el barrio, que lo compacten y saquen las parcelas libres». En ese sentido, Carrillo apuntó que «llevamos trabajando tiempo, pero que necesitaba que se culminase con la entrada en vigor de la Modificación Puntual número 28 del Ayuntamiento».