Gritos de «¡fuera, sinvergüenza!»

Álvaro de la Paz
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El alcalde de Chozas de Canales, Antonio Antúnez, fue acusado de «chorizo» tanto en el interior del Consistorio como en la calle. La Guardia Civil acompañó a Antúnez a la salida del pleno

Fue necesaria la presencia de la Guardia Civil dado que los ánimos estaban muy encendidos. - Foto: Yolanda Redondo

Pasaban pocos minutos de las 10.30 horas cuando el alcalde Antonio Antúnez abandonaba el Ayuntamiento y cerraba la puerta con llave. El primer edil salía a la calle después de consumar el cambio de socio: su formación Queremos, representada por el propio alcalde y otros dos concejales más, deja de apoyarse en los tres ediles del PSOE para hacerlo sobre los cuatro que obtuvo el PP. El giro, imprevisto hace apenas medio año, ha generado un malestar evidente en un parte de los choceros. Quienes se oponen a la nueva corporación manifestaron su rechazo con gritos y descalificaciones contra la decisión. «¡Fuera, fuera!» y «¡eres un sinvergüenza, ladrón!» fueron algunos de los cánticos que se corearon contra el primer edil.

La multitud se dirigió hacia el alcalde en cuanto este regresó a la calle. Antúnez emprendió entonces un errático viaje de apenas unos pasos hasta uno de los agentes de la Benémerita que vigilaba la escena. El Instituto Armado desplegó a una decena de efectivos y tres vehículos como dispositivo para evitar males mayores. Tras estrechar algunas manos y agradecer el servicio prestado, tres guardias civiles custodiaron al alcalde de Chozas durante varios metros mientras cuatro o cinco vecinos jóvenes chillaban enfurecidos detrás de él.

La tensión había sido palpable desde antes de que se iniciara el pleno. Decenas de vecinos trataron de acceder al Ayuntamiento, pero dos cordones de seguridad formados por miembros de la agrupación local de Protección Civil lo impedieron. El aforo de la sala solo acogió a cuatro decenas de personas, incluyendo a profesionales de los medios informativos. Algunos de los presentes afearon a Antúnez la ruptura del pacto y rechazaron el motivo esgrimido (la supuesta falta de trabajo de los ediles del PSOE) como causa. «Dices que vienes al Ayuntamiento a trabajar a las 7.30 de la mañana. Te voy a grabar todos los días a esa hora», le espetó una vecina. En diferentes momentos de la sesión se pudieron escuchar desde el interior del Consistorio los gritos procedentes de la calle: quienes no habían podido pasar y permanecían en la contigua plaza de la Constitución expresaban así su rabia.