El almez plantado con nocturnidad en Zocodover días antes de la procesión del Corpus Christi en sustitución de otro ejemplar de la misma especie que no logró prosperar desde que fue trasplantado el pasado año al finalizar las obras de remodelación de la plaza de Zocodover ha revivido.

Los cuidados paliativos parece que esta vez han dado resultado puesto que el árbol ha vuelto a echar nuevas hojas verdes. El hecho de que fuera plantado a pocos días de empezar un verano que arrancó con una fuerte ola de calor explica que haya pasado por un coma del que parece despertar. A este cúmulo de circunstancias adversas hay que añadir la falta de riego pese a que se trata de ejemplares que aún deben asentarse en su nueva ubicación y pese a que la plaza de baldea cada día. Sin embargo, los perfiles de metal colocados en el perímetro de los alcorques impiden que el agua con la que se limpia el suelo de la plaza llegue a los árboles.

Los almeces son árboles duros y de rápido crecimiento por lo que es una de las especies que se recomiendan plantar en Toledo. Pueden aguantar sin problemas en entornos, como Toledo estos días, de 40 grados, pero necesitan de ciertos cuidados mínimos.

Los cuatro almeces plantados en Zocodover han venido a sustituir a los olmos que ocupaban la plaza hasta 2018 y que estaban enfermos.  Además de que parte de sus raíces estaban podridas algunas de las ramas estaban huecas por dentro por lo que había un riesgo de caída con el consiguiente peligro para los cientos de personas que transitan a diario por esta concurrida plaza.