'Los Lozano', una familia entregada a la tauromaquia

Dominguín
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Manolo, Pablo (a título póstumo), Eduardo y José Luis, recibirán el día 31 de mayo, la placa al Mérito Regional de Castilla-La Mancha por su trayectoria dentro del sector taurino. Los hermanos Lozano gestionaron 14 años las plaza de Las Ventas

Los cuatro hermanos Lozano en sus primeras andanzas como empresarios y aporedados.

El Gobierno regional ha dado a conocer, que el próximo 31 de mayo en Guadalajara se harán entrega de 60 reconocimientos en el acto institucional. Entre ellos se encuentran las placas al Mérito Regional castellano-manchego, que este año ha recaído una de ellas en los hermanos Lozano. La familia Lozano, es oriunda de Alameda de la Sagra, y viene a reconocer a los cuatro hermanos su entrega y dedicación al mundo taurino durante toda su vida.

Son Manolo, Pablo (otorgada a título póstumo), Eduardo y José Luis, cuatro orgullosos toledanos que han logrado ser de las más prestigiosas familias entregadas desde sus inicios a la tauromaquia. Hijos del veterinario de Alameda, donde sus abuelos y tíos fueron ganaderos de bravo, llegando incluso a comprar en 1928 la ganadería al Duque de Veragua, vendiéndosela posteriormente al bodeguero Juan Pedro Domecq. En definitiva, una familia vinculada desde hace varias generaciones al mundo del toro. Estudiaron todos ellos de jóvenes en colegio que los Hermanos Maristas tenía en el casco histórico, con muchos jóvenes de la ciudad y la provincia, de los que tienen anécdotas curiosas.

Tres de ellos probaron suerte y quisieron ser toreros, siendo Pablo el que más alto llegó convirtiéndose en la figura del toreo conocido como ‘la Muleta de Castilla’. Manolo, verso libre de la familia, también llegó a ser matador de toros, tomando la alternativa en la plaza de toros de Tánger de la que además esa tarde era empresario y apoderado. José Luis por su parte se quedó en novillero su aventura, mientras que Eduardo no llegó a probar suerte.

Manolo y Pablo (d.) en una de las corridas del Corpus.Manolo y Pablo (d.) en una de las corridas del Corpus. - Foto: DominguínSe da la circunstancia de que tras la triste perdida el pasado octubre de Pablo, son Manolo y José Luis son los toreros toledanos en vida más antiguos que han actuado en el coso de Mendigorría, donde hicieron el paseíllo en varias ocasiones en la década de los 50.

Las carreras de los cuatro hermanos a pesar de siempre versar sobre lo que engloba la Fiesta Nacional, no fueron unidas, Manolo siempre fue por libre aun manteniendo su extraordinaria relación fraternal y labró su dilatada trayectoria hasta casi la actualidad, siendo hace solo tres años apoderado de Morante de la Puebla con 88 años. Ahora con los 91 cumplidos mira con añoranza sus años como apoderado y empresario taurino donde alcanzó grandes éxitos en España y América. La noticia del galardón la ha recibido a través de su sobrino Pablo, y al ponernos en contacto desde La Tribuna con él, nos ha manifestado la ilusión del galardón y de que el gobierno regional se acuerde del sector taurino. Ha querido agradecer el detalle a García-Page, de que se alegra que sea gran aficionado taurino y que acuda habitualmente a las plazas. Manolo Lozano compartió aula durante años con el padre del hoy presidente regional en el colegio Maristas de la capital.

Por su parte Pablo, Eduardo y José Luis, labraron su futuro siempre desde su unidad inquebrantable de la familia, tres pilares que supieron complementarse en todas las facetas que han explotado. Comenzaron como empresarios y apoderados, donde se dieron a conocer sobre todo dirigiendo la carrera de Palomo Linares en los años 60. A partir de ahí la ascensión fue exponencial en cuanto a gestión de cosos taurinos tanto en España como en América, así como en la baraja de toreros que han pasado por esta señera casa taurina. Al final de la década de los 60 comienzan su periplo como ganaderos hasta nuestros días, más de 50 años con la ganadería de Alcurrucén que ya puede considerarse un encaste propio.

José Luis y Eduardo han quedado al frente de Alcurrucén.José Luis y Eduardo han quedado al frente de Alcurrucén. - Foto: DominguínMuchos toreros pasaron por sus designios, como el mencionado Palomo Linares, El Cordobés, Espartaco, Cesar Rincón, Vicente Barrera, Eugenio de Mora, El Juli, Sebastián Castella, Álvaro Lorenzo… Todos ellos siempre han mostrado públicamente la labor de la familia Lozano, con los que siempre queda ese trato afable y cariñoso que les caracteriza.

Otro de los aspectos destacados de los homenajeados es su toledanismo, que rezuma por todos los costados, sagreños de pura cepa, cultivados en vivencias personales y con su curiosidad innata de conocer todo lo que tuviera que ver con la tierra, la tauromaquia, las costumbres y la historia. Conversadores con criterio, que quien ha compartido tertulias y encuentros con ellos, ha quedado prendado por su poderosa inteligencia, de haberse codeado con varias generaciones de taurinos, llegando a ser unos grandes admiradores de su paisano Domingo Ortega.

Su extenso currículum empresarial llegó a su cenit, cuando Pablo, Eduardo y José Luis, llegaron a gestionar la plaza de toros de Madrid, Las Ventas durante 14 temporadas taurinas, poniendo su gestión en un lugar que todavía no ha sido igualada. Marcaron hitos como las primeras retransmisiones taurinas de la Feria de San Isidro al completo, por canal plus y lograr el mayor número de abonados de la plaza.

Ahora cuando añoran la triste pérdida de Pablo hace unos meses, la familia Lozano recibirá la placa al Mérito Regional manchego de manos de Emiliano García-Page, lo que no hace más que agradecer toda la aportación de los homenajeados a la tauromaquia. Es además un ejercicio de normalidad, que entre los reconocimientos en Guadalajara el día de la región, sea la Fiesta Nacional, garantes de biodiversidad, defensa de la naturaleza, de las culturas y las tradiciones una de las honradas.