Jueves 21 de octubre. Despacho notarial de Iván Fernández-Oliva. En el mismo acto comparecen Marina García, alcaldesa de Menasalbas, Juan Carlos Sánchez, alcalde de Numancia de la Sagra y Julián Torrejón, alcalde de Pantoja. A todos ellos les une su cargo, su afiliación política al Partido Popular y que conforman la terna suplentes de Concepción Cedillo, alcaldesa de Mocejón, en el caso de que ésta renunciara a su puesto de diputada provincial por el partido judicial de Toledo-La Sagra.
La renuncia de Cedillo a seguir en Diputación llevaba meses sobre la mesa. Dentista de profesión en Ocaña, la alcaldesa de Mocejón cree que debe dedicar más tiempo a su municipio y a su profesión. Se abría, por tanto, una ventana para que un concejal de Seseña, a la postre flamante presidente provincial del PP, entrara en Diputación. Para ello había que convencer a los tres suplentes para que renunciaran. El trío no se lo piensa. Es una renuncia, pero todos han apostado por Carlos Velázquez en el Congreso provincial de julio y creen que el 'jefe' debe estar en Diputación para intentar reconquistarla en 2023 y porque es donde se decide el reparto de los fondos que van a los pequeños ayuntamientos.
Conscientes de la importancia del momento, los tres se citan ante notario y renuncian a su puesto de suplente y solicitan «que su manifestación se ponga en conocimiento de la Diputación de Toledo y de la Junta Electoral Central», dado que las juntas electorales de zona están ya disueltas.
Comienza la 'Operación Diputación', que debe permanecer en secreto hasta la reunión del Comité de Dirección del pasado lunes 25 en donde se ponen todas las cartas sobre la mesa. Entre medias, se empieza a filtrar interesadamente para despistar y para descubrir si existe algún 'topo' que uno de los diputados del PP del partido judicial de Talavera va a presentar su renuncia. Luego que no, que uno de Torrijos. La 'operación' es demasiado importante para que renuncien cuatro alcaldes a entrar en Diputación. Así que detrás de toda la tramoya sólo podía estar Carlos Velázquez que, a sus críticos, que los tiene, y a los 'tibios', les ha demostrado que llega para mandar y que tiene fuerza dentro del partido para conseguir un pleno de renuncias.
Para que la maniobra cuaje, solo faltaba un movimiento: Paco Núñez, enredado en el Congreso regional. Ambos cenan el pasado miércoles en un centenario restaurante toledano. Velázquez ofrece a Núñez su apoyo a cambio de algunos cambios en el partido en Toledo. Núñez acepta con una sola condición: que todo se produzca antes del fin de semana del 13 y 14 de noviembre, marcado en rojo por ser el Congreso regional del partido.
Con todos los plácet, el 'bombazo' cae el lunes. Pilla por sorpresa hasta al presidente del Grupo Popular en la Diputación, Manuel Fernández, que felicita en su Facebook a la alcaldesa de Menasalbas, que ya había renunciado en un despacho notarial cuatro días antes.
El 'enfado' es monumental en la comarca de Los Montes. De hecho, hay convocada hoy una reunión de alcaldes de la zona. Sólo tienen una bala para impedir que Velázquez acceda a la Diputación, que alguno de los tres suplentes se retracte ante la Junta Electoral Central y diga aquello de 'donde dije diego...' De momento el reloj corre. Un pleno extraordinario de la Diputación, que se celebrará el 4 de noviembre, tendrá conocimiento de la renuncia de la alcaldesa de Mocejón.
Si nada sucede, otro pleno extraordinario dará entrada a Velázquez, que quiere la Presidencia del grupo. Sus clásicos le acusan de querer cobrar un sueldo a toda costa; él tiene claro que no puede dirigir el PP de Toledo sólo por las tardes y que viene para ejercer y no para asentir. Ya ha hecho cambios y la próxima semana se avecinan más.