La candidatura de Unidas Podemos Izquierda Unida al Ayuntamiento  de Toledo afrontó una noche electoral agridulce, marcada por su notable pérdida de apoyo electoral pero mitigada por la insuficiente suma de los tres partidos de derechas. La confluencia obtuvo poco más del 8% de las papeletas en la capital regional, un total 3.505 votos que se traducen en dos concejales. El resultado deja a la lista de izquierdas como el quinto grupo municipal, por detrás de Cs y Vox. «Se ha reducido la herencia de Ganemos y no hemos tenido el resultado que queríamos, aunque nos alegra la situación de la derecha», explicó el número uno de la candidatura y concejal electo, José María Fernández.

 Los dos representantes de la confluencia pueden ser decisivos tanto en la investidura de Milagros Tolón como en el discurrir de la legislatura. En la candidatura de izquierdas esperan que el PSOE les elija como socio prioritario durante los últimos cuatro años y reivindican la necesidad de mantener políticas progresistas frente a «la regresión» que supondría un entente estable con los tres ediles de Cs. «La política que vamos a hacer, sin rémoras, va a ser nítidamente de izquierdas».

Fernández consultará con sus bases la postura de la confluencia sobre los escenarios de investidura y el posible pacto de Gobierno, aunque es consciente del escaso peso que tienen dos concejales en un pleno de 25. La idea de que «las derechas no gobernarán en la ciudad de Toledo» marca el horizonte del partido. La suma de sus ediles más los 12 del PSOE rebasa la mayoría absoluta. «Espero que cuando se hable de políticas de izquierdas se mire a la izquierda y no a una componenda de soluciones rápidas y fáciles», indicó Fernández sobre un posible acuerdo entre Tolón y Cs.