El último bastión en Toledo, para saborear este texto o alguna noticia, delante de un café o al lado de alguien para comentarle los lunes lo mal que escribo. Porque, por ejemplo, la semana pasada me confundí escribiendo el texto Palore… Queriendo escribir Palabras… en italiano, y en italiano palabra es 'parole', y no 'palore, por ello, a todos los lectores les pido mis más grandes disculpas. Así pues, esa prensa en papel, en Toledo, solo está, éste último bastión para la prensa como quiosco, es último quiosco de prensa que queda en Toledo. Porque, el periódico papel, ciertamente es transmisor de palabras y contenidos en este soporte, pero, qué por lo visto ahora, es insustentable y nada ecológico, porque, en internet todo es más ecológico. Quizá sea más eco, poro en verdad no es lógico. En el último quiosco de prensa de Toledo, al lado de la plaza de Toros, otro elemento también ciertamente trasnochado, no solo se mercadea con la prensa, ahí se dan cita todas las personas (tristemente de más de cuarenta años, lo del salto generacional) que aún quieren saborear las letras, en un papel de doble uso, porque años atrás al día siguiente, se usaba para proteger al bocadillo del obrero o no tan obrero, o envolver el pescado (¿economía circular antes?). Don José, también tiene, las revistas de las 'buenas' vidas, de las que tienen mucho 'lujo y/o dinero', o las otras grandes publicaciones de buenísimas colecciones de todo tipo, de profesiones o sectores muy dispares, desde la filosofía o el derecho, el diseño o el arte, hasta la caza o la costura. Don José, que siempre se mantiene con un humor ciertamente lleno de ánimo, frío o calor que haga, mantiene impecable su honrado puesto de trabajo en una exquisitez y pulcritud, que muchos médicos, debieran tener en sus consultas; don José, sabe quiénes son sus clientes, y les cuida, guardando tal o cual publicación, o haciendo referencia, en tono de preocupación por los problemas particulares y, mucho más, algo que creo quienes se han 'criado en valores', no lo hacen; saludando con una cordialidad envidiable a todo el mundo, le compren algo o no. En verdad, es el último bastión de un tiempo que ya no existe ciertamente, y que toda la prensa escrita debiera darle más importancia, que tan importante es quien escribe como quién transmite desde su quiosco las noticias, pero ya no interesa, porque el actual transmisor es el maldito internet, y el internet, ha matado al quiosco de prensa.