Transmitir las técnicas del labrado lagarterano es el objetivo que se ha marcado la Asociación Amigas del Traje de Lagartera con la organización del primer curso de iniciación a labores de Lagartera. Se trata de una actividad dirigida tanto a sus vecinos como a cualquier persona de fuera interesada en aprender a labrar sus labores. Además, ha organizado uno destinado al público infantil, que, bajo el nombre ‘Aprendemos a coser jugando’, busca precisamente que los niños se introduzcan en estas labores de una manera divertida.

Como explicó a La Tribuna la presidenta de la Asociación ‘Amigas del Traje de Lagartera’, Chencha Moreno, la iniciativa ha surgido tras una sugerencia para que las labranderas compartan sus saberes, algo que se aprende de generación en generación. Son «talleres vivos» pero no al uso, sino que se transmite el conocimiento de madres a hijas y nietas, y ahora, a través de este curso, se podrá extender a más público.

Esta iniciativa se ha canalizado a través de la asociación, en colaboración con el Ayuntamiento de Lagartera. Como destacó la concejala de Cultura, Noemí Ropero, esta actividad permitirá «difundir» esta artesanía y dar a conocer «que merece la pena hacerlo y saber hacerlo», asegurando que, desde Lagartera, lucharán «por que no se pierda». Por ello, trasladó la satisfacción del Consistorio por esta iniciativa, en la que aportan materiales y ceden el espacio en el que se desarrollará.

La presidenta de la Asociación ‘Amigas del Traje de Lagartera’  explicó que el curso para adultos será intensivo, de 6 horas de duración, el próximo 10 de julio. Se desarrollará en el Museo Municipal Marcial Moreno Pascual, en concreto en el patio, lo que supone «un atractivo más» para sumarse a esta cita, en la que los participantes contarán además con una visita guiada por el recinto. Al término, recibirán un certificado de autenticidad «de que lo que se ha aprendido, se ha aprendido en Lagartera y son labores de Lagartera».

La actividad arrancará a las 10 horas con una visita al museo, para ya comenzar a las 11 horas con el curso. A las 14 horas se hará una pausa para comer y se retomará la actividad a las 16 horas para culminar a las 19 horas.

En este curso pueden participar todos los interesados, aunque carezcan de conocimientos de costura, incluso aquellos que «no hayan cogido ni una aguja y un hilo» nunca.

La inscripción tiene un coste de 70 euros e incluye también los materiales y la comida de ese día, en un restaurante de Lagartera.

Se enseñará, a quienes no sepan, contar hilos, el primer paso para labrar las telas, si bien quienes ya conozcan esta labor, pasarán a otras técnicas de Lagartera, como el deshilado. Serán probablemente dos maestras artesanas labranderas de Lagartera las que impartan el curso, con unos 14 alumnos en total. 

Curso infantil. Se puede solicitar información y realizar inscripciones a través del correo electrónico de la asociación: amigastrajelagartera@gmail.com. A esta misma dirección se puede escribir para las inscripciones al curso infantil. En este caso, se hará del 6 al 29 de julio, los martes y jueves de 10,30 a 12,00  horas y se desarrollará también en el patio del museo municipal. Podrán participar hasta 14 niños a partir de 7 años, a los que se entregará el material, si bien se recomienda llevar dedal y tijeras. El precio del curso es de 20 euros.

Ya hay niños inscritos en esta actividad, tanto de Lagartera como de fuera del municipio. En este caso, se pretende que los niños descubran el mundo de las labores de Lagartera. Como indicó Moreno, se les enseñarán algunas de las técnicas de las labranderas lagarteranas, como el uso de la tabla, a hacer cordones, a plegar, a picar, y, para los más mayores, incluso labrar una camisa o un bolso de manera actual.

En cualquier caso, todo lo que aprendan estará ligado a las diferentes técnicas de las labores lagarteranas, en función también de la edad, buscando «que les motive» y que esta actividad sea «una toma de contacto de lo que nosotras empezamos cuando éramos niñas». Sobre esta cuestión, Moreno recordó que, a los cuatro años, ella ya tenía una aguja y un dedal en la mano así como un acerico.

De hecho, este curso quiere contribuir a transmitir estos saberes y que exista un relevo generacional de las labranderas de Lagartera. Moreno señaló que, en su caso, sus hijas sí tienen conocimientos, pero no todas las técnicas que ella conoce, y aunque «les gusta mucho, no tienen tiempo» para dedicarse más a esta labor.

En su familia no se han dedicado de manera profesional a este oficio, sino que lo han hecho por ejemplo para coser los ajuares de cada uno de los hermanos. Ahora, durante la pandemia, han podido dedicar algo más de tiempo a «un legado que es nuestro» y que, como señaló Moreno, puede transmitir a sus hijas como a ella le enseñaron su madre y su abuela. «Quiero que vean que también puede ser una forma de vida», apuntó, para añadir que personas dedicadas a la moda le han solicitado su colaboración porque ahora las labores están valoradas. «Aunque te ciñas a los patrones antiguos, que es lo que hacemos nosotros, se pueden hacer muchas cosas creativas, es otro tipo de artesanía y lo puedes plasmar como quieras», subrayó.

Para la presidenta de esta asociación, «vivir de las técnicas más ancestrales que tenemos es muy difícil, son las que más gustan, pero a lo mejor estás dos días y te has hecho 4 centímetros, porque no se puede adelantar más».

Este curso será una buena manera de comenzar en el mundo de las labores lagarteranas, reconocidas a nivel internacional, y por el que sus maestras artesanas han sido reconocidas de manera exclusiva como labranderas, por sus bordados en relieve haciendo «topografías en la tela».