Cumpliendo la tradición, en la mañana de ayer, Domingo de la Santísima Trinidad, se celebró en la iglesia de Santiago del Arrabal la Solemne Función Principal en honor de Nuestra Señora de la Estrella Coronada.
El sacerdote Jesús Gómez-G. Consentino fue el encargado de presidir una celebración que tristemente pasará a la historia, por las circunstancias y por el recuerdo a las miles de víctimas de coronavirus.
A pesar de la pandemia, los fieles no faltaron a la cita de ayer con la Señora de la Estrella. El templo se acondicionó para cumplir escrupulosamente con las medidas de higiene y limpieza que marca el protocolo sanitario, así como el distanciamiento social, existiendo varios asientos vacíos entre los fieles de distintas familias.
El Arrabal brilla con su Estrella Coronada - Foto: Yolanda RedondoEl barrio lleva toda la semana de fiestas silenciosas, pero eso no ha impedido que los mantones y banderas cubran este pintoresco barrio de la capital de Castilla-La Mancha, que este año se ha quedado sin sus celebraciones populares y, lo que es aún más sentido por los devotos, sin ver procesionar a la Virgen de la Estrella por las calles cercanas a la Puerta de Bisagra.
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Tras la Solemne Función principal de las doce del mediodía de ayer, por la tarde tuvo lugar el rezo de Santo Rosario y el Ejercicio de la Novena para, a las ocho de la tarde, volver a oficiar misa en honor a la Virgen y en recuerdo a todos los que han sufrido y aún sufren por la crisis sanitaria y económica del covid-19.