Todos querían ayer felicitar a la nueva alcaldesa. Saludó, abrazó y besó a todos los que se acercaron al término del Pleno y la sacaron casi en volandas cuando se aproximaba la hora de acudir a la toma de posesión de las pedanías. Familia, empezando por su madre, hermanos y sobrinos; amigos y compañeros de partido; miembros del que hasta el viernes fue su equipo en la Consejería de Fomento; y, sobre todo, representantes de la sociedad civil de Talavera, que asistieron en gran número el Pleno de constitución.   

La sesión dejó claro que la alcaldesa se llama Agustina (incluído el María por delante) pero quiere ser Tita. Ya en todo el material electoral aparecía con el nombre con que todo el mundo se dirige a ella y ayer solamente el secretario general del Ayuntamiento se refirió a ella como «doña Agustina García Élez», con la misma fórmula de respeto que utilizó para todos los miembros de la Corporación.   

Resultó curioso que Tita tiene también su correlato en masculino en el edil socialista Daniel Tito, uno de los más jóvenes de la Corporación, que, de hecho, perdió por un mes de diferencia con Santiago Serrano el honor de formar parte de la mesa de edad.

Doña Agustina es Tita - Foto: Manu_ReinoLo que marcó la jornada fue la expectación ante un Pleno que pudo seguirse también a través de varias pantallas habilitadas en el vestíbulo. Incluso en esta zona el centenar de sillas que se colocaron se quedó corto para dar cabida a todos los asistentes a esta cita que supuso la puesta de largo de la nueva Corporación Municipal. También el salón de plenos, que se reservó para invitados, medios de comunicación e invitados más directos de cada uno de los 25 concejales. 

Algunos aprovecharon para empezar a tantear el nuevo trabajo que se les presenta por delante, como la que será portavoz del PSOE, Flora Bellón, que tanteó con los periodistas su intención de acompañar con un café las ruedas de prensa semanales. 

Además de familiares, amigos, y representantes de la sociedad talaverana, al Pleno acudió una destacada nómina de representantes del PSOE, con el presidente de Castilla-La Mancha en funciones, Emiliano García-Page, a la cabeza. Este último quiso estar junto a García Élez en un día ajetreado, ya que también acompañó en su investidura a los alcaldes socialistas de Puertollano y La Roda.

Todos los asistentes escogieron el atuendo de un día especial, como la concejala del equipo de Gonbierno y senadora del PSOE Monserrat Muro, que quiso ayer hacer un guiño a la ciudad y para ello escogió una vestimenta con los colores más típicos de la cerámica talaverana: azul, blanco y amarillo. Este último, a pesar de la creencia que lo vincula a la mala suerte, fue uno de los protagonistas en un día marcado por los nervios de quienes se estrenaban como cargos públicos y por las anécdotas que dejó la jornada de investidura.

Una de ellas llegó de la mano del secretario del Ayuntamiento de Talavera, Antonio López Abarca, cuando al llamar a uno de los concejales para que presentara sus credenciales, nombró por error al presidente de la Junta Electoral.

La alcaldesa no se despegó del todo de su reciente etapa como consejera de Fomento y tuvo una mención especial para los ríos Tajo y Alberche, caballos de batalla que ha tenido desde el Gobierno regional. Está claro que, con más razón incluso, lo seguirán siendo a partir de ahora.