A la caza fotográfica del bigotudo

J. Moreno
-

La presencia de esta especie esquiva en las lagunas de La Guardia ha disparado el turismo ornitológico en el municipio. Una asociación local ha propiciado la difusión por toda España

Un ejemplar de bigotudo, en un carrizal de las lagunas de La Guardia. - Foto: Juan Luis Redajo

Juan Luis dejó La Guardia hace más de 30 años para estudiar ingeniería de Telecomunicaciones en la capital de España. Por allí continúa en una empresa radicada en Alcorcón. Sin embargo, mantiene muy firmes los lazos con el municipio de la Mesa de Ocaña, a donde acude con una frecuencia casi semanal. Las lagunas influyen decisivamente en este vínculo. Tanto, que ha creado una asociación de amigos para mimar este enclave. El colectivo ha logrado difundir el valor del lugar y atrae a aficionados de toda España por la posibilidad de fotografiar al bigotudo, una especie muy esquiva.

Juan Luis Redajo constituyó la asociación en 2017 y ha incorporado a unos 70 socios en este periodo, cuatro de ellos biólogos. Este grupo, por ejemplo, elabora censos y anilla ejemplares de las aves que pululan por el entorno de la laguna, una de ellas natural y las otras dos artificiales y construidas hace menos de diez años.

Este ingeniero de telecomunicaciones intimó más con las lagunas  hace unos seis años, con el descubrimiento de la fotografía de naturaleza. «Vi un valor ecológico incalculable, como el mayor dormidero de aguilucho lagunero de Castilla-La Mancha», presume este guardiolo, cuyo colectivo contabilizó el pasado diciembre 340 individuos de esta especie en el lugar.

Sin embargo, el rey de las lagunas es el bigotudo. «De carácter discreto, el bigotudo se encuentra estrechamente ligado a las masas de vegetación palustre entre las que deambula ágilmente en busca de alimento y de las que depende para instalar sus nidos», destaca SEO Birdlife de él. «Es un ave de pequeño tamaño y cola muy larga (abarca más de la mitad de su longitud total), de tonos marrón claro en el dorso, con manchas blancas y oscuras en las alas, y partes inferiores blancorosadas. Los machos adultos presentan una coloración grisácea en la cabeza y la nuca —más clara en la zona de la garganta— y una larga y llamativa bigotera negra, que parte del ojo y se extiende hasta el comienzo del pecho», prosigue la descripción.

Las entre 20 y 30 parejas de bigotudo, junto con el resto de la fauna del enclave como el carricerín real, el escribano palustre o el mencionado aguilucho lagunero, han generado un turismo ornitológico de aficionados procedentes de Madrid, Asturias, Cataluña, Andalucía, e incluso las Islas Canarias. Por eso no extraña ver las numerosas firmas locales ligadas a la restauración entre los patrocinadores de la página de internet del colectivo, cuya dirección es ‘www.lagunasdelaguardiatoledo.com’.

Juan Luis dudó hace tres años sobre la ideoneidad de crear esta asociación y, finalmente, se decidió por el apoyo de dos guardiolos más que viven fuera del municipio. De esta manera configuró la página de internet, la segunda suya dedicada a la localidad después de ‘www.laguardiatoledo.info’, esta reservada al folclore local.

todos los fines de semana. «Es un continuo de gente todos los fines de semana», afirma Redajo sobre el efecto de las fotografías y vídeos publicados sobre la fauna del lugar. La repercusión ha favorecido que entre los socios figure el prestigioso naturalista Carlos Llandres.

«Cada época del año tiene su encanto en las lagunas», defiende el impulsor de la asociación de amigos, que trata directamente con el Ayuntamiento, propietario de la superficie, las mejoras necesarias en este rincón de la provincia de 38 hectáreas.

La asociación colabora también con el municipio mediante la organización de una exposición fotográfica en las fiestas de La Guardia. El año pasado, participaron 40 autores con las lagunas como eje de sus trabajos.