En diez días las Cortes de Castilla-La Mancha investirán a Emiliano García-Page como presidente de la Junta y se espera que en no más 20 su nuevo Gobierno tenga ya nombres y apellidos. Un Ejecutivo en el que los agentes sociales y económicos de la comunidad esperan cambios, pero no demasiados. En la mente de todos está la idea de que tanto su estructura como sus políticas serán continuistas. «Por algo han ganado las elecciones por una mayoría más que suficiente», apunta Julio Retamosa, de CSIF.

No obstante, preguntados por La Tribuna, sí hacen algunas propuestas. Es el caso de la patronal regional, que no vería con malos ojos la creación de una Consejería específica para Trabajo e independiente de Economía. Una idea con la que a priori no discrepan los sindicatos. Eso sí, si esto no implica la creación de una consejería solo para empresarios (Economía), como explica desde UGT Carlos Pedrosa.

En esta línea, Pedrosa pone sobre la mesa una promesa olvidada de la pasada legislatura: la recuperación del modelo del extinto Consejo Económico y Social, «llámese CES o como quieran». Y es que, como insiste, este organismo, disuelto en 2102 por Cospedal, sentaba en una misma a mesa a todos los agentes económicos y sociales de la región. Algo que, como recuerda el veterano líder sindical, no ha vuelto a pasar.

Para todos seguir incidiendo en materia es clave, si bien en el medio rural el problema también pasa por la falta de agua, como recuerda Asaja. Su secretario general, José María Fresneda, pide más para regar en la región y «ponernos al nivel de otras autonomías».

La necesidad de actuar en materia de agua también está entre las prioridades de Ecologistas en Acción, aunque su reivindicación va en un sentido contrario a la de Asaja, al exigirle a la Junta que ‘corte el grifo’ a los pozos ilegales.

En lo que coinciden Ecologistas y agricultores es que, en todo caso, no sería necesaria una Consejería específica para Agua. Para los ‘verdes’ «bastaría con una Dirección General de Medio Ambiente que se limite a cumplir la ley». Asaja, por su parte, le pide a García-Page que asuma personalmente las riendas.