Toledo aplaude su Corpus

M.G
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Miles de personas arropan a la Custodia y al cortejo procesional que recorre las calles del Casco. El calor protagoniza la jornada pese a que la temperatura no es tan altacomo otros años

El calor volvió a protagonizar la procesión del Corpus. A los grados del termómetro, que aunque no fueran tantos como otros años también se dejaron notar buena parte de la mañana, se sumó la calurosa acogida de miles de personas al cortejo procesional que inició su recorrido en la Puerta Llana de la Catedral a las once la demañana, ‘con puntualidad británica’.

Planificar una procesión con un cortejo tan amplio exige una intensa organización y horas de espera. Los primeros pasos se dan poco después de las diez de la mañana. Mientras en la Catedral se celebra la misa, en sus alrededores se van concentrando las cofradías, hermandades, capítulos y distintos colectivos que desfilan año tras año escoltando a la Custodia por las calles del Casco.

La Puerta Llana recibe el mayor ajetreo. Los militares forman allí a la espera del inicio de la procesión y, al mismo tiempo, en el templo se va organizando la cabeza del cortejo, presidida por la cruz procesional del siglo XVI. Si bien, de avanzadilla se organiza el piquete de la Guardia Civil a caballo, los timbaleros del Ayuntamiento, la banda de gala de la Guardia Civil y el pertiguero.

Toledo aplaude su CorpusToledo aplaude su Corpus - Foto: Yolanda LanchaLa procesión discurrió con normalidad por su recorrido habitual siguiendo el protocolo que marca el Cabildo de acuerdo a una serie de normas y disposiciones, a pesar de que el orden que siguen algunas de las hermandades no guarda relación con su antigüedad.

aplausos. Los niños que desfilan, unos vestidos de comunión, otros de pajecillos y algunos más ligados a otros colectivos despiertan un gran interés del público, que suele aplaudir a su paso para recompensar el esfuerzo de desfilar durante horas a las puertas del verano. Pero no son los únicos. La Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, fundada en 1965, también levantó expectación a su paso. Un buen grupo de mujeres vestidas con el tradicional uniforme de enfermera arrancó aplausos en distintos puntos del recorrido, que se fueron acrecentando a su llegada a Zocodover.

La lluvia de pétalos y los aplausos anunciaron la entrada de la Custodia, realizada por el orfebre Enrique de Arfe y restaurada en 2016, en la Plaza de Zocodover, pasadas las 12.30 horas. A continuación, el arzobispo, que este año no ha realizado el recorrido procesional por encontrarse convaleciente por problemas de salud, sí subió al atril del Arco de la Sangre para pronunciar su alocución. A continuación, el público que abarrotó Zocodover escuchó el Aleluya de Haendel y fue testigo de cómo la Custodia emprendía su regreso a la Catedral.

La procesión también protagonizó algunos estrenos. Casi un cententar de guardias civiles de todas las provincias de la región formaron parte por primera vez del cortejo, concretamente en el desfile que se celebra después de la procesión frente a la Delegación del Gobierno. Esta novedad responde a la celebración del 175 aniversario del Instituto Armado.

Por otra parte, también hubo caras políticas nuevas fruto de los resultados electorales. A las autoridades políticas se sumaron por primera vez el presidente de las Cortes recién elegido, Pablo Bellido, representantes de los grupos parlamentarios del PSOE, del PP y de Ciudadanos, partido que ha entrado en el parlamento regional tras las pasadas elecciones del 26 de mayo. También cabe destacar la presencia del delegado del Gobierno en la región, Francisco Tierraseca, nombrado hace tres meses, y buena parte de los concejales de la nueva Corporación municipal del Ayuntamiento de Toledo.

madrugón. Los toledanos madrugaron para coger buen sitio. Antes de las diez de la mañana, las principales calles del recorrido procesional estaban plagadas de público paseando y tomando posiciones a pesar de que la espera se hace larga. Algún que otro empujón suele ser habitual en las Cuatro Calles y en Tornerías por las estrecheces. También se escuchan algunas quejas, sobre todo, de los que llevan bastante tiempo de espera y no les sienta bien que la gente cruce de un lado a otro o intente salir del recorrido antes de que el cortejo lo impida.

El resto de la mañana dio para pocas anécdotas, alguna relacionada con el calor. Sin ir más lejos, mientras el público de pie y sentado en las sillas habilitadas a las puertas de Zocodover sobrellevaba como podía el sol durante toda la mañana, en los balcones corría el agua y el vino mientras se esperaba la llegada de la Custodia. También los extranjeros demostraron una vez más su expectación intentando cazar con su cámara distintos momentos de la procesión sin entender muy bien tanto ceremonial.

El Corpus de Toledo hay que vivirlo, sentirlo y olerlo, como suele decir mucha gente. Y la sabiduría popular en una fiesta tan arraigada es fundamental.