Los tubos de escape de los coches o las chimeneas de las fábricas no echan ozono. Pero sí emiten otros contaminantes que junto con las altas temperaturas provocan una reacción química que genera la contaminación de ozono, una contaminación invisible que por la climatología de Castilla-La Mancha  se ‘respira’ cuando llega el buen tiempo. El principal foco para la región de esos contaminantes no están en Castilla-La Mancha, sino en Madrid, principalmente por la concentración de tráfico que hay en la comunidad vecina. Y aquí no hay confinamientos que valgan.
No hay confinamientos que valgan porque «los contaminantes se desplazan hacia los territorios limítrofes por los vientos», explica Miguel Ángel Ceballos, coordinador del informe sobre contaminación por ozono en España en 2020 de Ecologistas en Acción. Pero el confinamiento tampoco vale porque, a pesar de que ha ayudado a que este año la contaminación por ozono se haya reducido, no ha sido suficiente para que se siga superando el umbral de lo que la Organización Mundial de la Salud considera saludable.
El informe de Ecologistas en Acción recalca que las ‘superaciones’ del nivel de ozono han caído un 34% en 2020 en las 26 estaciones que analizan en Castilla-La Mancha. Es el mejor dato de la década y tiene mucho que ver con la reducción de la movilidad por el coronavirus. Pero no es suficiente. En una cuarta parte de esas estaciones se han superado esos niveles de ozono en 75 días.
Ceballos explica que aunque se baje la contaminación, en esta parte del centro y sur España se venía de unos niveles muy altos. «Aunque se haya producido una reducción importante del ozono por efecto de restricción de movilidad, no ha sido una reducción suficiente para ponernos en un estándar», comenta.
«Únicamente unos meses no han sido suficientes», indica. Para que se notaran los efectos de la reducción de contaminantes en los niveles de ozono,  «sería necesario mantener esa reducción varios años consecutivos para limpiar la atmósfera de forma suficiente para que respirar no sea peligroso».
No es que desde Ecologistas en Acción estén pidiendo que vuelven a confinar a la población. Ceballos explica que se puede conseguir de otra forma:optando por transporte público, por el uso de la bicicleta en las ciudades (o por desplazarse andando), por la elección de medios eléctricos, de fuentes de energías renovables y por la reducción  del carbón el petróleo o el gas.
«Son recetas archicoconocidas desde hace treinta o cuarenta años, que no acaban de poner en marcha nuestras autoridades», reclama. Aunque reconoce que hace 15 años la situación era aún peor, ahora es «manifiestamente mejorable».

A Guadalajara le afecta más por la dirección del viento en verano

El coordinador del informe de contaminación de ozono de Ecologistas en Acción apunta que «el factor fundamental sobre todo en la provincia de Toledo y el Corredor del Henares es la proximidad con la Comunidad de Madrid, un foco de contaminación muy potente, el principal de toda España». Más que por la industria, Ceballos explica que es por la densidad de tráfico. La dirección del viento en verano es clave y por eso se ve más afectada Guadalajara, al igual que en Castilla yLeón se ven perjudicadas Segovia  o Soria

Puertollano registra puntales entre los más altos del país

La estación de Mestanza en la comarca de Puertollano recogió este año 115 días de mala calidad de aire. Es de los peores registros del país y Ceballos admite que suele ocurrir en esta zona por los contaminantes del complejo industrial. Explicó que se producen «puntales» por la concurrencia de circunstancias meteorológicas que dificultan la ventilación: «Se queda acumulada, sin dispersarse». Ceballos sugiere que se pueda paralizar el complejo petroquímico cuando haya previsiones meteorológicas que apunten a una mala ventilación

Talavera es la excepción;en su estación subieron los niveles este ‘año Covid’

En las estaciones de la región la superación de los niveles de la OMS ha caído por las restricciones del coronavirus. Pero no ha sido así en Talavera, donde han subido. Ceballos apunta que ha ocurrido así en otras estaciones del país, aunque han sido pocas. Explica que ha pasado con las ubicadas en zonas urbanas que coinciden con vías con bastante tráfico: «Seguía habiendo cierto nivel de tráfico y no se ha destruido tan rápidamente». La estación de Talavera está en la Avenida de Portugal, una de sus arterias principales.