El alcalde de El Real de San Vicente, Jorge Martín, ha vivido sus 58 años en este municipio de la Sierra de San Vicente, pero es consciente de que los jóvenes no corren esa misma suerte. Tiene el ejemplo cerca: sus tres hijos han tenido que emigrar a otras regiones para prosperar. El representante municipal se muestra muy crítico con las políticas restrictivas medioambientales y atribuye a esta circunstancia que la localidad haya perdido 24 empadronados este último año y cerca de 90 en toda la legislatura. Ahora, hay 945 registrados cuando hace una década sumaba 1.116, un 15 por ciento menos que hace temblar los cimientos de la principal localidad de la Sierra de San Vicente. La situación de este municipio no es extraordinaria en la comarca, sino que muchas de las poblaciones de la zona están viendo cómo disminuye el número de los habitantes en los últimos años. El regidor serrano echa en falta una mayor implicación política local para intentar remontar esta coyuntura desventajosa.

¿A qué atribuye este descenso tan acusado de la población, que ha dejado la localidad a finales de 2018 con menos de un millar de habitantes y ha conllevado, por ejemplo, la pérdida de representación municipal, de 9 a 7 concejales?

Por la crisis económica. Muchos extranjeros y españoles han tenido que emigrar a otros sitios por los colegios o los médicos. Hay muchos problemas para establecer nuevas industrias por la declaración de Zona Especialmente de Especial Conservación (ZEC) y Lugar de Importancia Comunitario (LIC). No hay donde buscarse la vida. Tratamos de poner en valor políticas y prácticas para, por lo menos, mantener la población. Estamos en conversaciones con las consejerías de Urbanismo y Medio Ambiente para que cambien las normas de las protecciones. Hemos perdido más de 100 habitantes en cuatro años, y más del 60 por ciento de los residentes tiene más de 45 años.

Es una dinámica común en los pueblos de la Sierra de San Vicente.

En todos los pueblos de la Sierra de San Vicente, existen estos problemas. Por cada 10 personas que fallecen, nace una. La gente tiene que emigrar. Mis tres hijos están ahora fuera trabajando por las políticas medioambientales tan brutales de restricciones. La Junta de Comunidades está dando un giro para acabar con estos problemas. Dentro de 50 años, la Sierra de San Vicente será historia. O se invierte el tema, o habrá pueblos abandonados. Dentro de 30 ó 40 años, El Real tendrá unos 400 habitantes. Se deben cambiar las políticas económicas y dejarnos vivir del turismo. No estamos dispuestos a morir.

¿Hace falta una unión política de todos los municipios de la Sierra de San Vicente para afrontar estos problemas?

Debiera haberla e ir todos a una. Es una pena porque hay un abandono de algunos alcaldes y concejales de la comarca. No están implicados en salir hacia adelante. Hay una desidia total por trabajar y mejorar.