Toledo está oficialmente de nuevo en la ‘nueva normalidad’. No se trata de un viaje atrás en el tiempo, sino de que la capital de Castilla-La Mancha ha vuelto a situarse en la incidencia acumulada de casos de coronavius más baja desde el fin del confinamiento. Exactamente, la ciudad ha registrado 5,8 contagios por cada 100.000 habitantes en la última semana (5 contagios con una población de 85.811 personas), lo que en la clasificación por niveles para la catalogación del riesgo de la pandemia, el bautizado como semáforo epidemiológico del Ministerio de Sanidad, da como resultado esa ‘nueva normalidad’.

Semáforo en verde para Toledo en los últimos siete días, mientras que en el mismo registro a dos semanas vista la ciudad se coloca, con 31 casos, en un incidencia acumulada de 36 que señala ‘riesgo bajo’.

De esta forma se confirma la realidad de los datos que desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se llevan comunicando desde hace semanas. La pandemia está en clara tendencia descendente, y nueva prueba de ello es que en las últimas 24 horas solo se han computado 13 nuevos contagios en la provincia de Toledo.

Hay que remontarse a finales de julio de 2020 para encontrar registros de infectados más bajos, y esa situación se dio porque se acababa de poner fin al confinamiento domiciliario.

Las vacunas están demostrando su eficacia, y los buenos datos de positivos se amplían con la cifra de hospitalizados, que ha bajado en la última jornada a 15 pacientes, 12 de ellos en el Virgen de la Salud. Las UCI se mantienen por cuarta jornada consecutiva con cinco personas intubadas y, en las últimas 24 horas se ha tenido que lamentar la muerte de un toledano a consecuencia de complicaciones derivadas del coronavirus.