En noviembre de 2018, el presidente de Castilla-La Mancha, acompañado de otros representantes institucionales como el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz; la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón; o el presidente de la Diputación provincial, Álvaro Gutiérrez, visitaron el espacio reservado para el nuevo centro de salud de Santa Bárbara para anunciar la puesta en marcha de una actuación que duraría unos nueve meses -terminaría en agosto- y dotada con 3,2 millones de euros.
Ante ello, y advirtiendo del deterioro de la infraestructura «paralizada durante cuatro» años por el Gobierno ‘popular’, los vecinos de la zona exigen información sobre el retraso de una obra que para ellos es esencial. Preguntada Regina Leal por esta cuestión, apuntó que, «en principio, podemos decir que centro de salud de Santa Bárbara cumple plazos» ya que, «en una obra de prácticamente 3 millones de euros, el retraso puede ser de un par de meses». Un tiempo, explicó la directora gerente del Secam, que «ha sido motivado solamente por un plan de mejora en la viabilidad de los accesos y un plan de movilidad interna».
En este sentido, consideró que «después de casi ocho años esperando y de una paralización absoluta durante cuatro años, un retraso de dos meses para mejorar el plan de movilidad interna, está superjustificado». Además, señaló que a su entender «es eficaz y eficiente hacerlo, parar un poquito solamente dos meses, para poder mejorar ese plan», de ahí que creyera que «no hay que alarmar a nadie».
Conviene recordar que el servicio previsto para este barrio -que cuenta con unos 13.000 pacientes registrados en esta Zona Básica de Salud, de los que 1.758 son niños menores de 14 años-, se construirán en un espacio de 2.300 metros cuadrados en el que habrá un área de admisión y citaciones, una sala de emergencias polivalente con su correspondiente sala de espera, un área de extracciones con sala de espera, un área de Pediatría formada por una consulta para el pediatra y una consulta para enfermería pediátrica, con sala de espera y aseo infantil.
Además, contará con un área de asistencia general integrada por cinco consultas de Medicina de Familia, cinco consultas de enfermería, un cuarto de curas y salas de espera. Otros de los servicios que albergará el centro de salud serán un aula-biblioteca, con una consulta polifuncional, una consulta de matrona y un gabinete de odontología. Asimismo, el proyecto reserva una zona de 700 m2 para una futura ampliación del mismo.
Una mudanza en ciernes. Sobre los preparativos realizados ante el inminente traslado al nuevo Hospital de Toledo, Leal apreció que «marchan bien y que los concursos están activos». No en vano, recordó que «estamos en plena etapa de equipamiento y dotación, de análisis de los recursos humanos con los que dotar al nuevo Hospital» y que «yaa los grupos de trabajo del hospital actual están constituidos para aportar las mejoras que creen deben aplicarse».
La directora gerente del Servicio de Salud regional, que atendió a la «complejidad» de este traslado, quiso dejar claro que el mismo se realizará «de mano de los profesionales, con sus indicaciones, y siguiendo los pasos que nos van indicando». Y es que, insistió, «será un traslado gradual en el que los plazos, en cada uno de los servicios, dependerán de lo que los grupos de trabajo nos vayan diciendo». Probablemente, puntualizó, «cada uno presente su plan de traslado, en el que permanecerán abiertos servicios en los dos centros», atendiendo a «decisiones técnicas», ya que «serán los profesionales los tiempos de traslado que tengamos que asumir».