Juan de Villanueva y la iglesia parroquial de Turleque

José García Cano*
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La localidad puede sentirse orgullosa de poseer esta magnífica iglesia de Santa María de la Asunción, la cual ha sufrido muchos problemas estructurales en su historia, especialmente en el siglo XVIII

Alzado de la iglesia de Santa María de la Asunción de Turleque (1815). - Foto: La Tribuna

Hoy traemos a estas líneas la historia del templo parroquial de Turleque, ya que sin duda es uno de los más originales de toda la provincia de Toledo. Lo que primero sorprende es que el diseño de esta iglesia neoclásica corresponde al genial arquitecto Juan de Villanueva. ¿Y por qué el arquitecto más prestigioso de por aquél entonces y responsable de todas las obras que Carlos III estaba ejecutando en Madrid realizó el proyecto de esta iglesia ubicada al sureste de la provincia de Toledo? La explicación es muy sencilla; entre otros cargos Villanueva ostentaba el título de arquitecto del príncipe e infantes y precisamente el infante Gabriel era además gran prior de la Orden de San Juan de Jerusalén, por lo que la actividad de Juan de Villanueva en La Mancha fue prolija e incesante hasta su muerte en 1811. Todas las obras realizadas en el priorato de San Juan en La Mancha durante el periodo en el que don Gabriel fue gran prior, se supervisaron por el propio Villanueva, incluyendo las obras del canal del Guadiana que proyectó construir para abastecer de agua a una buena parte del territorio sanjuanista. Sería Carlos IV quien a la muerte del infante don Gabriel nombrase a Villanueva director general de todas las obras del priorato (1792) el mismo año que fue también nombrado director general de la Academia de San Fernando.

La localidad de Turleque puede sentirse orgullosa de poseer esta magnífica iglesia de Santa María de la Asunción, la cual venía sufriendo desde hacía décadas diversos problemas estructurales que se acrecientan en el siglo XVIII. A principios de 1776 se derrumbó parte de la capilla y el crucero y se planteó la reconstrucción de toda la iglesia para lo cual Juan de Villanueva visitó Turleque el 4 de mayo de aquél año y reconoció el lugar y terreno donde se ubicaba el templo, el cual adolecía de problemas de consistencia. Villanueva posiblemente aconsejó levantar una iglesia de nueva planta cuyo diseño le fue presentado y al cual le dio el visto bueno poco después. El 16 de septiembre de 1777 se comenzó a derruir la antigua iglesia de Turleque y casi un año después se sacará a pública subasta la excavación y relleno de zanjas de la nueva obra. La iglesia se construirá de una sola nave sin ábside y con coro. En la parte exterior el imafronte está formado por un entablamento apoyado sobre dos pilastras y dos columnas dóricas cuyos fustes son de tambores y rematados por saliente alero en piedra de sillería, siendo concluida la fachada por frontón y dos torres de ladrillo de planta cuadrada.

Iglesia de Turleque.
Iglesia de Turleque.
Ya en 1784 solo faltaba solar el templo y en ese momento Villanueva propuso al maestro de obras del Priorato, José Palacios abrir cuatro puertas en la iglesia, dos a cada lado, que darían acceso a los dos cementerios independientes ubicados junto a la misma, así como a una pequeña lonja a la entrada. El nuevo templo parroquial de Turleque sería inaugurado el 22 de diciembre de 1784, habiendo finalizado las obras el día 14. Pero los problemas no terminaron aún. En mayo de 1787 se comunica a Villanueva que se han producido algunos movimientos en el pórtico. Al año siguiente y también en mayo, Juan de Villanueva aprovechando una visita al gran canal del Guadiana visitó de nuevo Turleque donde comprueba el movimiento de las torres “hacia afuera” con lo cual habían cedido las dovelas de los arquitrabes, el arco de la puerta y todo el lienzo de la pared, aunque no se veían cambios notables desde la última inspección, por lo que el problema no había ido a más. Considera que este contratiempo no es demasiado grave ya que los “cimientos y cuerpos de los paneles” estaban “firmes y perpendiculares”. Señala al final del informe que esta intervención debe realizarse urgentemente.  Otros daños surgieron en el año 1795 para lo que el aparejador de la orden Francisco Sostre propuso reconstruir los botareles y reparar el empizarrado de los tejados ya que como sucedía en otros tantos lugares, se encontraban muy malogrados debido a que los clérigos tenían la costumbre de subirse a ellos para cazar palomas. En 1798 sería fray Alfonso Lorenzo Quirós, prior de Santa María, quien solicita que se vuelvan a reparar los tejados y a embaldosar la iglesia dañada por las innumerables goteras. Aunque Juan de Villanueva falleció en 1811 los problemas en la iglesia de Turleque continuaron manifestándose varios años después. Para conocer más datos y curiosidades de este templo y de la propia historia de Turleque, recomendamos la visita a esta localidad que no solo ofrece buena gastronomía, cultura y arte, sino unos parajes naturales muy interesantes y dignos de conocer.

José García Cano es académico correspondiente en consuegra de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo