Homenaje a un 'torero de toreros'

Agencias
-

Alicante recuerda los 50 años de la alternativa de José María Manzanares padre, todo un símbolo para el mundo de la tauromaquia

Homenaje a un ‘torero de toreros’ - Foto: Manuel Lorenzo

Medio siglo de leyenda. El mundo del toro y la afición de Alicante celebran desde ayer, fecha exacta de la efeméride taurina de esta temporada, los 50 años de alternativa de José María Manzanares padre, todo un clásico que acabaría alcanzando el máximo nivel de honor y respeto de ser considerado torero de toreros.

Con el maestro en el recuerdo, su hijo, también José María Manzanares, y Julián López El Juli abrieron la feria con un éxito abrumador: cuatro orejas para el primero y otras dos para el madrileño. Un gran homenaje.

Nacido en el alicantino barrio de pescadores de Santa Cruz el 14 de abril de 1953, José María Dols Abellán, que era su verdadero nombre, tomó la alternativa con solo 18 años en el día grande de las fiestas de su ciudad, el de San Juan, y rodeado de una gran expectación a tenor de las grandes cualidades que ya había demostrado como novillero, con salida a hombros de Madrid incluida.

Homenaje a un ‘torero de toreros’Homenaje a un ‘torero de toreros’ - Foto: Manuel LorenzoDe hecho, el cartel de la corrida de su doctorado en tauromaquia tuvo la máxima categoría, pues como padrino de la ceremonia ejerció Luis Miguel Dominguín, que había decidido reaparecer esa misma temporada de 1971, y como testigo a Santiago Martín El Viti.

Y Manzanares no defraudó tantas expectativas, pues se encargó de cortarle el rabo al primer cuatreño de su carrera, Rayito, de la ganadería salmantina de Atanasio Fernández, con el que abrió la que sería su dilatada trayectoria.

El diestro se caracterizó desde sus inicios como un torero de clase y calidad, con un temple y una honda expresividad artística que sustentaba sobre una técnica privilegiada, especialmente con la muleta. Su definitivo lanzamiento a la primera línea llegaría en 1976.

Tras un largo lustro de grandes éxitos, su carrera comenzó una sucesión de altibajos que se dilataron hasta el 2 de mayo de 2006, cuando, por sorpresa, decidió cortarse la coleta en la Maestranza. Aquella última tarde, aunque no hubo éxito, se lanzaron al ruedo sevillano todos los toreros presentes en los tendidos para, contra toda costumbre, izar a hombros al maestro y sacarle por la Puerta del Príncipe, honor que, aunque varias veces rozó, nunca había conseguido en sus 35 años de matador.