La Policía Local de Toledo ha intensificado los controles durante la pasada Semana Santa. Se han realizado más labores de vigilancia, tanto en controles estáticos como dinámicos, interponiéndose más de un centenar de sanciones por incumplir las medidas anti Covid-19.

Uno de los sucesos más curiosos a los que tuvieron que hacer frente los agentes sucedió en la madrugada del sábado al domingo pasado. Eran las dos cuando, dentro de un control dinámico (en movimiento para abarcar una mayor extensión), la sala del 092 alertó a un coche patrulla al ver a un hombre, vestido con ropa de calle, correr a toda velocidad por la glorieta de Alfonso VI en dirección al puente de la Cava.

Los agentes, sorprendidos, se pusieron en marcha para comprobar qué hacía ese hombre en la calle en pleno toque de queda y por qué corría, y lograron interceptarle en la zona de la Olivilla.

Se trataba de un hombre de 35 años que, tras ser identificado, alegó ante los policías que salió de trabajar por la tarde y estuvo bebiendo con un grupo de personas hasta que se le hizo un poco tarde, y que por eso corría. Su excusa no valió para nada, y fue denunciado por los agentes por no respetar el toque de queda y no llevar mascarilla.