Ser un héroe… o no

Sara Borondo
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La versión completa de uno de los juegos más rompedores de los últimos años llega a todas las consolas

Disco Elysium llegó a finales de 2019 como una ráfaga de aire fresco en PC y Xbox One y ahora la edición The Final Cut extiende aquella brillante experiencia de juego a todas las consolas, añadiendo además la  novedad de incluir más ciudadanos (todos con voces en inglés), una zona que antes no existía y traducción de los textos al español.

Los juegos de rol se proponen que el jugador personalice el personaje y lo que vive en el juego al máximo posible, y pocos lo han logrado como Disco Elysium. El comienzo del juego recoge uno de los lugares comunes más utilizados en el género, el personaje que despierta sin recordar quién es ni qué le sucede, en este caso con una gran resaca. Poco a poco tiene que ir descubriendo cómo es y qué le ha llevado a esa situación.

Hay dos protagonistas, y el jugador controla a uno de ellos, un policía que debe averiguar qué le ha sucedido al cadáver que se ha encontrado ahorcado en uno de los barrios más problemáticos de la ciudad de Revachol. Aquí es donde empieza a marcar su propio camino el juego, rompiendo con todas las convenciones del género y logra que el personaje tendrá la personalidad que el jugador quiera y vivirá la historia que vayan decidiendo sus actos en cada conversación en una traslación impecable del rol de lápiz y papel al mundo de los videojuegos.

Con las estadísticas iniciales el jugador decide si el personaje es alguien amable y empático, un intelectual con voluntad de acero o un policía bravucón. Son más características de personalidad que de habilidades y esa decisión abrirá una información u otra al personaje, ¿Hercules Poirot o Harry El Sucio? Todas las opciones son válidas. En este punto ya se nota que Disco Elysium no es un juego como los demás, sino que se acerca a esas partidas de rol alrededor de una mesa.

Además de las características que se potencian con cada subida de nivel, el personaje tiene diálogos internos y puede ir profundizando en algunas ideas o ignorarlas. Los diálogos desempeñan un papel clave, tanto los internos como los que el protagonista traba con otros personajes, importa todo lo que se dice o se piensa. El protagonista se posiciona incluso sobre cuestiones políticas como el comunismo, la economía liberal o el racismo.

No hay diálogos superficiales o intranscendentes; como en el rol real, hay que contestar siguiendo el papel que se haya elegido desempeñar. Los talentos del personaje (e incluso la ropa) hablan también con el personaje e influyen en el desarrollo de su personalidad.

La perspectiva isométrica y un aspecto como de óleo no sacan al jugador de la historia; Revachol está tan lleno de vida, sus habitantes son tan completos que la inmersión es natural. El protagonista no es un héroe destinado a salvar el mundo sino un actor más del mundo de juego que intenta resolver un misterio investigando, explorando y preguntando, un juego narrativo en el que todo se centra en que el jugador perciba la historia del juego como la que él ha querido crear, una experiencia única.

ZA-UM ha intentado ofrecer la mejor versión del juego. De hecho, aquellos que tuvieran la versión anterior del juego pueden actualizarla sin coste alguno. The Final Cut experimentó los primeros días algunos problemas  de rendimiento en las consolas de PlayStation pero el estudio ha liberado ya un parche para solucionarlos.