El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció ayer que reforzará sus tropas desplegadas en Oriente Próximo con un buque de asalto anfibio y misiles Patriot, como parte de su estrategia para hacer frente a la creciente tensión con Irán.

La maniobra contempla el envío del USS Arlington, que se incorporará al contingente del Mando Central de las Fuerzas Armadas del país, que son las que operan en esta región, y el envío de baterías de misiles interceptores Patriot.

«EEUU no busca un conflicto con Irán, pero estamos preparados y listos para defender a las fuerzas e intereses estadounidenses en la región», señaló el Pentágono en un comunicado.

Según explicaron fuentes castrenses, el despliegue de la flota, que actualmente se encuentra navegando en aguas del Mediterráneo, ya estaba previsto desde hace tiempo, pero el Alto Mando decidió adelantar su incorporación. El pasado lunes, la Defensa dijo que existían indicios de que Irán se prepara para «llevar a cabo operaciones ofensivas» contra Washington. 

Tanto el USS Arlington como los misiles fueron solicitados por las tropas desplegadas en Oriente Próximo a principios de semana, como parte de la misma operación que llevó a Trump a mandar al golfo Pérsico al portaaviones USS Abraham Lincoln, que junto a su flota de combate, atravesó el canal de Suez este jueves.