Dos mil pacientes con Covid han estado ingresados  en el último año en el Hospital Nuestra Señora del Prado, desde el 12 de marzo de 2020, cuando se registró el primer ingreso. Es una de las caras que ha tenido esta pandemia, contra la que se ha luchado en primera línea de batalla desde el centro sanitario que da cobertura a todo el área sanitaria, de donde proceden los pacientes reseñados. De esos 2.000 pacientes, un diez por ciento, cerca de 200 han tenido que pasar por la unidad de cuidados intensivos. 

Un año después de que se decretara el estado de alarma que inmovilizó España y bajo el que empezó a vivirse en toda su dimensión la emergencia sanitaria, la batalla se sigue librando desde el bando de la salud y desde el ámbito económico, donde las repercusiones están dejando un rastro de consecuencias cuyo alcance resulta todavía difícil de predecir.

En Talavera lo más duro en el ámbito de la salud se vivió en la primera ola, por el desconocimiento con el que se afrontaba todavía la situación, y se ha repetido en la tercera, cuando la multiplicación de los contagios ha derivado en las mayores cifras de ingresos hospitalarios por Covid-19 del último año. De hecho,  ha sido en el mes de febrero cuando se han registrado los picos más altos de la pandemia, en concreto, el día 1 cuando llegó a haber 225 pacientes en cama de agudos. En la UCI ese pico se alcanzaba unos días después, el 4 de febrero, con 24 pacientes con Covid. 

A pesar de las cifras, al Hospital le ha pillado ahora preparado para este aumento de la presión asistencial, que ha podido compatibilizarse con el resto de la actividad. Ha sido fundamental el Plan de Contingencia puesto en marcha por el centro sanitario, con el cual se ha pasado de disponer de 310 camas a 493 camas. Se incluyen las de la UVI, donde se han multiplicado casi por cinco las camas disponibles. En marzo del año pasado el Nuestra Señora del Prado disponía de 10 camas de críticos, que hubo que convertir en 48, de las cuales 42 están dotadas de uno de los elementos fundamentales para el abordaje de los tratamientos a los enfermos graves de coronavirus, el respirador. 

Se habilitó también una unidad dependientes de los servicios de Neumología y Medicina Interna con 30 instalaciones de soporte ventilatorio con sistemas de «alto flujo», que ha sido muy importante para evitar ingresos en UVI y dar más oportunidades a los pacientes graves. 

El Hospital reconoce que se han pasado momentos difíciles, pero asegura que se han llegado a ver sin camas disponibles. demás de contratar personal para el refuerzo de UVI, y reasignar los efectivos para apoyo a este servicio. Aunque ha habido momentos difíciles, en ningún momento el hospital estuvo sin camas disponibles.

La ampliación de camas ha llevado aparejada la de personal. En total, se ha incrementado en 525 personas, que supone un 29% más, tanto en Atención Primaria, a la que se han destinado 83 personas más, como en hospitalaria, donde el aumento de plantilla ha sido de 442 personas. Según el centro sanitario, esto ha supuesto un 12 por ciento de incremento en el gasto de personal, más de 12 millones de euros, al que se une el gasto en inversiones, más de 6 millones de euros.

En Atención Primaria el refuerzo se ha centrado primero en la atención a los centros sociosanitarios y después en las pruebas de detección. A mediados de marzo del año pasado ante la sacudida que empezaba a vivirse en estos centros, se formaron 4 equipos de profesionales para asistir a las residencias, compuestos cada uno de ellos de médico y enfermero.