La hostelería planta cara a las limitaciones

Lola Morán Fdez.
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El cierre de la hostelería dejó ayer sin su visita habitual a muchos clientes que encontraron sus locales de referencia con el cartel anunciador de esta medida contra las restricciones

La hostelería planta cara a las limitaciones - Foto: Manu_Reino

La hostelería de Talavera estaba ayer llamada a un cierre de 24 horas para alzar la voz de manera firme y unida en contra de las medidas que se están decretando para el sector por parte de las autoridades sanitarias para evitar la propagación del coronavirus. Como vienen denunciando desde hace tiempo representantes de la hostelería, si bien son conscientes de que la salud es lo primero, también creen que se está «criminalizando» de manera especial a bares, restaurantes y locales de ocio nocturno en relación al aumento del número de contagios. En contraposición, insisten en que los datos están ahí y ponen como ejemplo concreto que, a pesar del cierre de los locales de ocio nocturno hace semanas, los positivos por Covid no han parado de incrementarse.

Las últimas medidas impuestas al sector en la ciudad pasan por una reducción del aforo al 30% en el interior de los locales y del 50% en terrazas, así como el cierre a las 23:00 horas y una ocupación máxima de 6 personas por mesa o agrupaciones de mesas. Se suman a otras anteriores como la supresión del servicio en barra en todos los bares, restaurantes y otros establecimientos de hostelería de la ciudad.

Estas nuevas restricciones han sido el detonante de la iniciativa que se llevó ayer a cabo y que, a pesar de haberse difundido a través de redes sociales y Whatssap, pilló por sorpresa a más de un ciudadano, que se encontró ante la puerta de su bar habitual con el cierre echado.

Así, quienes fueron ayer a tomar su café a primera hora de la mañana se encontraron con un buen número de bares cerrados al público. La mayoría lucían el cartel que se ha creado para anunciar este gesto de protesta, organizado por hosteleros a título particular, en el que se lanza un SOS por el sector y se pedía a la población que se uniera a esta acción. «Talavera se queda sin hostelería. Hosteleros de nuestra ciudad nos unimos por un bien común. Así no podemos trabajar y nos vemos abocados al cierre definitivo» es el texto que se podía leer en el cartel que mostraban buena parte de los negocios hosteleros cerrados al público.

En uno de ellos, otro cliente lamentaba que se había quedado sin poder echar su habitual partida de cartas con los amigos en este atípico estreno de esta penúltima semana de octubre al estar su bar de referencia cerrado a cal y canto.

Había también otros cerrados pero sin cartel explicativo y otros que habían decidido abrir al público, a pesar de esta movilización. En uno de estos últimos explicaron a este diario que su decisión de no secundar el cierre estaba en que no creían que esta medida fuera a servir para algo, sino que incluso era perjudicial para los negocios dado el delicado momento que están atravesando. Insistían en que los hosteleros están cumpliendo las medidas que les han marcado y que los clientes, por lo general, también siguen las indicaciones al respecto.

Este establecimiento en concreto está situado en la zona centro de la ciudad, donde ayer había unos cuantos en esta misma situación, frente a otros, los más, que sí optaron por cerrar este lunes para sumarse además a la marcha y posterior sentada en la plaza del Pan.

Allí coincidieron los hosteleros con los integrantes de la Asociación Talaverana por unas Pensiones Dignas, quienes, como cada lunes desde hace meses, se concentraron a las doce del mediodía. A ellos se dirigió también uno de los agradecimientos de la organización de la protesta hostelera, que concluyó con vivas a la hostelería de Talavera y de la comarca.