La pandemia provocada por el Covid no solo ha generado una importante crisis social y económica, sino enormes repercusiones sanitarias en toda la sociedad, con consecuencias cuyo impacto se comenzó a ver en los primeros tiempos de confinamiento, pero que en su mayoría están empezando a hacerse visibles tiempo después.

Las personas con problemas de salud mental también se han visto afectadas, y aunque en muchas ocasiones han sacado sus capacidades y fortalezas, también sufren las repercusiones unos meses después de la primera ola. Así lo explica Sandra Díaz Conde, psicóloga de Atafes (Asociación Talaverana de Amigos, Familiares y personas con Enfermedad Mental), en la celebración de su Día Mundial, considerando que «la ola final del Covid será la ola de la salud mental, esta será la gran consecuencia».

Díaz indica que con el paso del tiempo, las personas con problemas de salud mental han sufrido aumentos de síntomas psicóticos además de más ingresos en la UHB (Unidad de Hospitalización Breve), lo que relaciona con la ausencia de atención por parte de Salud Mental. Y es que la falta de presencialidad (el 90% de las citas siguen siendo telefónicas), es algo que están acusando mucho, ya que «es necesario establecer un vínculo terapéutico con el paciente». En su opinión, todas las personas tiene «necesidad de vínculo», más si sufren un problema de salud mental y más aún si es un trastorno mental grave. Esta falta de atención presencial ha traído como consecuencia «muchas más urgencias psiquiátricas de salud mental, más ansiedad o más síntomas depresivos», indica.

El centro de Atafes en Mariano Ortega cerró sus instalaciones de marzo a mayo, pero incluso durante este tiempo la necesidad de atención hizo que sus profesionales dieran «el 1000 por cien» para ayudar a sus 130 usuarios, especialmente a los que más lo reclamaban, rompiendo así el confinamiento. Esto también ha afectado «anímicamente» a los profesionales de la asociación. Desde entonces, «nos tuvimos que reinventar, no podíamos tener citas presenciales a no ser que fuera algo urgente y teníamos programas y actividades por videoconferencia, todos nos hemos puesto al día en las nuevas tecnologías», indica la psicóloga.

La adaptación a la nueva normalidad es otro de los problemas a los que hacer frente. No solo la mascarilla, aunque ya no sea obligatoria al aire libre, sino también la falta de afectividad que sigue marcando las distancias.

Pero el Covid y sus consecuencias no diferencian y llegan a todos por igual. La sociedad en su conjunto soporta en los últimos tiempos un incremento de problemas de salud mental, «que nos influye a todos» porque todos, en mayor o menor medida, hemos enfrentado las secuelas de un escenario tan duro y desconocido a la vez.

Sandra Díaz recuerda que no solo ha habido confinamiento o aislamiento total durante tres meses, sino también muerte de familiares o pérdida de empleo «que algunas personas han podido enfrentar con herramientas o habilidades, pero otras no, no todos estamos capacitados para poder afrontarlo».

Durante los meses de aislamiento sin contacto social también «ha habido un aumento de consultas en salud mental, a lo mejor no con trastorno mental grave pero ha habido muchos síntomas de ansiedad, ataques de pánico, estrés, problemas de sueño, aumento de intentos autolíticos o depresión», indica la psicóloga, que confirma a su vez que se han incrementado las visitas a las consultas psicológicas. Según un estudio de Doctoralia, estas aumentan un 98% a nivel nacional con respecto a 2019.

Conscientes del problema, desde la Confederación de Salud Mental de España conmemoran este día bajo el lema ‘La salud mental, un derecho necesario. Mañana puedes ser tú’, en la lucha por la defensa de una salud mental en un mundo desigual, tema que cobra especial importancia en el contexto de la pandemia por Covid. Ya no es algo que le puede pasar a los demás, «sino que en cualquier momento podemos estar ahí, ya que la barrera es muy fácil de pasar», explica Díaz, quien indica que con esto también se trabaja el estigma.

La psicóloga agradece que personalidades importantes, como la gimnasta Simon Biles en los Juegos Olímpicos o Íñigo Errejón en el Congreso de los Diputados, estén «normalizando» el tema de la salud mental en la sociedad. «Antes era un tabú, como algo que tenías que ocultar y hoy en día gracias a esas personalidades que dan el paso y dicen ‘yo tengo un problema de salud mental y soy como tú’, ayuda mucho». No obstante, cree que aún «no somos conscientes ya que de ser así el trato sería igualitario, y no lo es».