Greenpeace exige a España medidas reales a favor del clima

Europa Press
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Junto a otros países de la Unión Europea, el discurso del Gobierno nacional a favor del medio ambiente es demasiado "ambicioso" para la ONG, que pide traducirlo en compromisos sensatos y efectivos

Greenpeace exige a España medidas reales a favor del clima - Foto: Jiri Rezac

Greenpeace reclama a España y a la Unión Europea que ejerzan la "gran responsabilidad y oportunidad" que tienen para impulsar la acción climática de otros países como por ejemplo China y, para ello, considera que estos deben traducir en medidas y compromisos reales su discurso ambicioso para frenar el cambio climático antes, durante y después de la XXV Cumbre del Clima de Chile (COP25) que se celebrará del 2 al 13 de diciembre en Madrid.

Durante una rueda de prensa para explicar las expectativas de la ONG en la COP25, la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace España, Tatiana Nuño, ha señalado que la UE y España tienen la "responsabilidad" de liderar la lucha contra el cambio climático pero, de momento, los compromisos fijados hasta el momento llevarían al planeta a un aumento de temperatura global de más de 3 grados centígrados (ºC), lejos del compromiso de 2ºC del Acuerdo de París y del objetivo multilateral de limitar el calentamiento de 1,5ºC.

Así, ha señalado que ahora la UE ha adoptado una reducción de las emisiones del 40 por ciento en 2030 pero confía en que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho, que se reunirán los días 12 y 13 de diciembre en Bruselas acuerden alcanzar la neutralidad climática en 2050.

Además, ha recordado que según el Acuerdo del Clima de París, en 2020 se debe elevar la ambición, y la presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, ha apostado por aumentar la ambición a una reducción del 55 por ciento en 2030 respecto a 1990.

"Ni siquiera ese compromiso sería suficiente para limitar el calentamiento del planeta a 1,5ºC", ha comentado Nuño que considera que España, como anfitriona de la COP25 "debe" estar entre los países más progresistas y con mayor impulso de la Unión Europea.

Sin embargo, denuncia que esta apuesta se debe traducir también a nivel nacional porque, a su juicio, "no puede ser" que en la actualidad el compromiso de España sea una reducción de emisiones del 20%, la mitad de lo comprometido por la UE.

"Reclamamos una reducción de emisiones del 65 pro ciento en 2030 respecto al año 1990 y la neutralidad climática en 2040 -10 años antes de la apuesta de la UE- con un modelo cien por cien renovable", ha precisado.

 

Papel y oportunidad de España

En la misma línea, el responsable del área de campaña de cambio climático de Greenpeace, José Luis García Varas, ha reclamado un "papel importante" de España como "impulsor" del papel de la UE y "aprovecharse" de la celebración de la COP en Madrid para mostrar su acción climática.

"El compromiso que tiene previsto hacer no está a la altura de su discurso ni de lo que España necesita para luchar contra el cambio climático", ha denunciado García Varas, que, además recuerda que este es el momento de formar gobierno y sería "ideal" que aún en funciones anunciara la voluntad de elevar la acción climática.

Para la ONG, España debe llevar las emisiones a cero en 2040 y reducirlas un 55% en 2030, y exige que la UE reduzca en 2030 un 65 por ciento las emisiones en su conjunto. "Pero España, en su borrador, ahora tiene como objetivo reducir un 20 por ciento en 2030", afea García Varas que señala que esto es la mitad. "La UE sabe que esto es insuficiente para elevar la ambición y limitar el calentamiento a 1,5ºC", ha apostillado.

Greenpeace aspira a que la COP25 sea el impulso definitivo para formar un Gobierno estable en España que tenga en su eje principal la lucha contra el cambio climático y que el nuevo gobierno debe mejorar los objetivos climáticos nacionales y elevar la ambición comprometiéndose con reducir las emisiones las emisiones en al menos un 55 por ciento para 2030 respecto a 1990 y un sistema energético 100 por 100 renovable y en manos de las personas para alcanzar cero neto de emisiones en 2040.

Para ello, Nuño explica que se debe cerrar todas las centrales de carbón en España en 2025 y prohibir la venta de coches de gasolina o diésel en 2028 para que en 2040 ya no estén circulando. "Hay que dar un volantazo en el transporte", defiende, en el que el transporte público y compartido tenga un mayor peso. La ONG recoge también otras medidas en materia de transición justa en sectores como el agrícola y ganadero, la biodiversidad y políticas para lograr ecosistemas mejor conservados.

Otras de las propuestas de la ONG es lograr que el 30 por ciento de la agricultura sea ecológica en 2030 y el 100 por 100 en 2050 y otras medidas para reducir las emisiones de óxido nitroso y de metano de la agricultura y la ganadería, por ejemplo con la prohibición de macrogranjas y ganadería intensiva.

En definitiva, el coordinador de política climática de Greenpeace y jefe de la delegación de la ONG en la COP25, Juan Pablo Osorio, confía en que los países en la cumbre tengan en cuenta los datos científicos, que eleven y revisen al alza sus contribuciones nacionales, al tiempo que garanticen que el coste de la transición energética no se traslade a los ciudadanos y que las comunidades más vulnerables reciban el apoyo necesario para reaccionar ante los impactos climáticos.

Osorio ha destacado que en los últimos meses se están recibiendo noticias "no muy positivas" sobre la ambición de India y China, pero al mismo tiempo, ha recordado que India es el "único" que está en la línea de cumplir con limitar el aumento de la temperatura a 2ºC en 2020 y China lo hará en 2023 por lo que "no sienten presión" para aumentar sus compromisos mientras otros países "no cumplen".

Por ello, cree la UE podría "forzarles", por ejemplo a China, estableciendo un canon o tasa a la importación de productos que no cumplan con el Acuerdo de París. De este modo, Osorio confía en que la UE pueda crear una "alianza" con otros países y ser "forjador" de un importante grupo que se comprometa a reforzar sus compromisos de reducción de emisiones "en el primer cuarto" del año 2020.

También se opone la ONG al mercado de compra de derechos de emisión, porque considera que este mecanismo puede "desincentivar" la ambición y dar, al mismo tiempo, la sensación de que se está reduciendo el cambio climático. "No hay margen ni espacio para la compra-venta de derechos de CO2. No va a sobrar margen", ha sentenciado el responsable de Greenpeace que quiere reducciones "ambiciosas y absolutas".

La ONG participará dentro de las negociaciones climáticas en la zona Azul de la Convención Marco de Cambio Climático que se celebrará en Madrid y organizará distintas actividades, presentará informes entre otras acciones durante los días de la Cumbre, al tiempo que participará en la manifestación convocada el día 6 en Madrid.