"No ha habido participación en los cambios en los autobuses"

J. Monroy
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Iniciativa recuerda que sólo se actúa contra los autobuses públicos urbano y que no hay medidas para recortar el transporte privado y que «todos los negocios privados de transporte turísticos siguen en el área Zocodover-Alcázar»

Iniciativa lamenta que solo el autobús salga de Zocodover - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Cuatro líneas de autobuses urbanos salen de Zocodover, para continuar desde ahora en Gerardo Lobo y además el trenecito y el autobús turístico se trasladan a la calle Unión. Medidas criticadas muy duramente en la hoja informativa de Iniciativa Ciudadana por el Toledo Histórico, que critica al Ayuntamiento y a su concejal de Movilidad, Juan José Pérez del Pino, por poner en marcha «algo innovador en el centro de las ciudades de Europa: recortar solo al transporte público urbano» y por permitir que mientras que los autobuses públicos urbanos salen fuera del área de Zocodover-Alcázar, y todos los negocios privados de transporte turístico siguen en la misma.

Iniciativa critica que la medida de sacar cuatro líneas de autobuses de Zocodover, anunciada este martes por Pérez del Pino, es un nuevo asunto de interés público vecinal, «donde la participación vecinal brilla por su ausencia».

Más allá, el colectivo vecinal tira de ironía para lamentarse de que «el Ayuntamiento de Toledo, con estas medidas de ‘sostenibilidad’ y ‘conservación’, inicia en Europa una innovadora política a contracorriente sobre regulación de tráfico en el centro de las ciudades: solo recortar servicios de transporte público urbano, argumentando la necesidad de conservar un nuevo tipo de pavimento, calificándolo como un patrimonio de la ciudad a proteger, algo así como el yacimiento arqueológico de Vega Baja en adoquín, pero con mejor suerte».

Mientras tanto, «el tráfico que soporta el pavimento del eje puerta Bisagra y plaza Zocodover es el mismo e incluso mayor, en tipo y número de vehículos, que el soportado por el pavimento de las calles del entorno del Alcázar. Es decir, nos encontramos con la paradoja de que el eje puerta Bisagra y plaza Zocodover, también Casco histórico digno de protección, por tener la mala suerte de tener mejor pavimento, se queda sin medidas ‘sostenibilidad y conservación’, sin ‘ganar espacio para el peatón y hacer ese espacio más seguro’, sin ‘aumento de la seguridad vial’, y sin la beneficiosa reducción de 88.330 pasos de autobuses públicos urbanos al año». Para Iniciativa, algo falla en los argumentos que expone el Ayuntamiento para explicar estas medidas de ‘sostenibilidad y conservación’ que solo afectan a la zona de Zocodover-Alcázar.

Porque, para más inri, la base de las medidas está en sacar cuatro líneas de autobuses públicos urbanos salen fuera del área de Zocodover-Alcázar, mientras que todos los negocios privados de transporte turístico siguen allí.

En definitiva, para Iniciativa, «que la falta de acierto en la elección o ejecución de un proyecto de pavimentación de calles, sea la excusa para recortar servicios del transporte público urbano en el centro de una ciudad, en pleno siglo XXI, no es calificable, para nada, como una buena gestión municipal que beneficie a los vecinos. En general, recortar servicios en el transporte público urbano, no es una buena noticia.

Remonte no accesible. A todas estas críticas, Iniciativa suma que «desgraciadamente, el remonte del Miradero, desde la nueva parada permanente de autobús en Gerardo Lobo, sigue siendo no accesible para personas con problemas de movilidad». También es de desear, apunta el colectivo vecinal, «que la fiabilidad de funcionamiento del remonte aumente, y vayan disminuyendo sus múltiples cierres por frecuentes averías».

Finalmente, Iniciativa espera que el Ayuntamiento dote a la parada de Gerardo Lobo de elementos de protección contra las inclemencias climáticas como pérgolas o marquesinas, así como cartelería y pantalla informativas, y el resto de señalización vertical y horizontal necesaria, «porque los actuales dos bancos públicos de madera a la intemperie son dignos de paradas de autobús en áreas rurales de mediados del siglo XX, en la España profunda», apunta.