Los floristas sufren pérdidas cercanas al 50% en este 2020

Leticia G. Colao
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El gremio ha sufrido especialmente la pandemia, al perder campañas fuertes como Semana Santa y el Día de la Madre además de bodas y eventos sociales. La de los Santos no aliviará la facturación. «Una campaña no recuperará lo perdido en 6 meses».

Los floristas sufren pérdidas cercanas al 50% en este 2020

Las floristerías están sufriendo de forma especial las atípicas circunstancias de la pandemia del Covid. Sin apenas actividad durante más de dos meses y con la cancelación de algunas de las campañas más importantes del año, los floristas aguantan como pueden un 2020 sin eventos sociales ni fiestas patronales al que ayudará, pero no salvará, la campaña de Todos los Santos.

Se trata de un sector económico especialmente castigado al ser la venta de flores una actividad no esencial, y que ha perdido la venta de fechas tan señaladas como Semana Santa, Corpus, bodas, fiestas locales y algunas desarrolladas a medio gas, como la del Día de la Madre. Durante los meses de cierre  total, incluso perdieron un importante volumen de mercado de los centros, ramos y coronas para el tanatorio, ya que muchas familias, al no haber velatorio «prefirieron ahorrarse las flores».

Lo explica Javier Rodríguez, vocal de la Asociación Provincial de Floristas de Toledo y gerente de la Floristería Clío, de Talavera. Según los datos manejados por la Asociación Española de Floristas, de la que también es socio, las pérdidas anuales de facturación se mueven entre el 50 y el 70 por ciento de un año normal, aunque todo depende de la ubicación de la floristería y de cómo gestionen su día a día. Así, detalla que no es lo mismo una floristería de Madrid, con mucho trasiego, mucho en el día a día y una clientela mayor, que una floristería de un pequeño pueblo centrada en las campañas principales y las fiestas locales de su municipio.

Con todo, «cuando un porcentaje de tus ingresos anuales son las campañas y los eventos y todo eso se ha perdido, pues se ha sido un porcentaje grande de la posible facturación», indica.

El primer estado de alarma les afectó especialmente, porque después de los Enamorados, la primera campaña fuerte del año, «se paró todo». Rodríguez indica que este parón «no solo se centró en el sector de flor cortada, sino producción, distribución y venta». En este sentido, recuerda que en marzo los productores tenían en el campo todo lo que había para Semana Santa, San José, y esas campañas se han perdido, además de la cancelación de muchas bodas, «algunos meses no ha habido ninguna», eventos sociales, y las comuniones «que ahora se han recuperado un poco», dice.

En este tiempo, ha sido la venta del día a día la que ha ayudado a mejorar un sector, «flores o plantas para visitar a una madre que hacía mucho que no veía, algún cumpleaños... lo que nos ha permitido mantenernos en algunos casos  mejor y en otros peor», aunque todo depende de la gestión diaria de cada negocio, subraya.

La de Todos los Santos es la otra gran campaña fuerte de cada ejercicio, si no es la mayor, y aunque ayudará, no permitirá salvar un año «muy complicado porque además está siendo una campaña atípica». El vocal de la Asociación Provincial de Floristas confirma que también habrá una bajada porcentual del 20 o 30 por ciento en relación a años anteriores, por las restricciones  que sigue habiendo en torno al Covid-19. Por estas limitaciones, «mucha gente no va a ir al cementerio porque son mayores, porque el cementerio de su pueblo le han cerrado o porque depende de que le lleve un hijo o un nieto y no se pueda desplazar».

Por ello, aunque será importante, la conmemoración del 1 de noviembre «no podrá recuperar lo perdido en seis meses, lo perdido o no ganado ya no se va a reponer».

Al  menos, indica Rodríguez, que al 70 por ciento restante «les podamos atender bien, siendo más meticulosos en todo, en el servicio, en los horarios de recogida, en las medidas para evitar contagios... No obstante, reconoce que para los floristas se trata de una campaña más complicada a la hora de planificar compras y ventas, al estar más escalonada en el tiempo.