Mercedes es sinónimo de lo mejor del automóvil, y la historia de la prestigiosa marca de la estrella de tres puntas se ha fundamentado en ser pionera en la introducción de diversas novedades y comodidades para la conducción en la que el resto del sector automovilista la siguieron tiempo después. Por ello, está también en la primera línea de la revolución que trae al mundo del volante el coche eléctrico, con el progresivo aparcamiento de los motores de combustión para frenar el cambio climático y lograr unas ciudades menos contaminadas. Autokrator, concesionario de la marca para Toledo y su provincia, presentaba este miércoles el SUV Mercedes EQC, la primera gran apuesta de la compañía para conseguir una movilidad limpia por eléctrica.
Este acto ante la prensa contó con la presencia de un referente del motor como es Julián Simón, el motorista toledano que ganó en 2009 el Campeonato del Mundo de 125 centímetros cúbicos. El director comercial de Autokrator, Jaime Martín, destacaba el carácter «vanguardista y tecnológico» del nuevo retoño de la saga Mercedes, que conjuga el carácter innovador de la motorización eléctrica con la elegancia y practicidad que nunca puede faltar en un vehí culo de esta firma.
La electricidad no está reñida con la potencia.
Así, exteriormente el Mercedes EQC ofrece la imagen rotunda que se espera de un todocamino de la firma, junto con la estética depurada de su interior y los sistemas de seguridad y el confort propios de un vehículo de alta gama.
A partir de ahí entran en juego los dos motores eléctricos, uno por eje, con que cuenta esta vehículo para garantizar una experiencia de conducción gratificante sin el humo y el ruido de un diesel o un gasolina. Estos dos motores suman una potencia de 300 kilowatios, equivalentes a 408 caballos de potencia tal y como recogen las especificaciones técnicas divulgadas por el fabricante de este vehículo. El resultado, asegura Martín, es que «su ‘patada de salida’ es brutal», consiguiendo la aceleración de cero a 100 kilómetros por hora en 5,1 segundos.
Otro factor a tener en cuenta es su autonomía, que según las especificaciones del fabricante puede llegar a un máximo de 450 kilómetros con una conducción tranquila. El responsable de Autokrator añade que en una estimación «realista» que incluya subida de rampas, cambios repetidos de conducción en carretera o en ciudad y otros imponderables que afectan al consumo energético, se pueden pasar los 300 kilómetros entre una y otra recarga sin problemas. La clave, como en todo vehículo eléctrico, está en la batería, que en este caso sustituye al tradicional depósito de combustible.
Esta bateria está inteligentemente colocada en el suelo del vehículo. Esto facilita que el Mercedes EQC tenga un habitáculo y un maletero, con 500 litros de volumen, equiparables a los de otros vehículos de su categoria con motores de combustión. Mercedes ofrece, según se recoge en las especificaciones del vehículo, una garantía para la batería durante 96 meses o 160.000 kilómetros.
Acuerdo con iberdrola para recargas en el domicilio.
En cuanto a su recarga, ésta puede hacerse con un enchufe doméstico en un periodo de 20 a 30 horas. Pero esta no es la única opción. Ante la actual escasez de puntos públicos de carga rápida, Mercedes ha desarrollado un acuerdo con Iberdrola a través del cual esta última compañía ofrece, a un coste asequible, la instalación de un punto de carga rápida en el aparcamiento privado del que disponga el comprados del vehículo. Los dispositivos de carga rápida reducen los tiempos de recarga de un coche eléctrico a cuatro o cinco horas. Esto facilita su uso continuado, con el objetivo de convertir la movilidad eléctrica en algo factible ya mismo.