«La tercera ola ha supuesto un importante reto»

C.S.J.
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Entrevista con el gerente del Área Integrada de Talavera en el primer aniversario de la pandemia del Covid-19

«La tercera ola ha supuesto un importante reto»

Está al frente del área integrada de Talavera, es de la asistencia sanitaria que presta el Hospital Nuestra Señora del Prado y de la Atención Primaria, tanto en la ciudad como en la comarca. Todo un reto en el último año, al que pasa revista en esta entrevista. 

¿Cómo ha sido este último año para usted personalmente y para el personal del Hospital? 

Bueno, yo diría que ha sido un año de retos y de incertidumbre. La información y el conocimiento que tenemos ahora puede hacernos perder de vista lo difícil que ha sido para el ámbito sanitario este tiempo. Hemos tenido que desarrollar una capacidad de adaptación importante, de forma muy rápida, dado que los cambios y las necesidades se sucedían de un momento a otro, además sin conocer cómo se iban a desarrollar las cosas. Para ello ha sido imprescindible que todos trabajáramos con la mayor coordinación posible, y en esto los profesionales del área sanitaria han sido ejemplares.

El personal sanitario, tanto del hospital como de los centros de salud ha tenido que hacer un gran esfuerzo de coordinación y adaptación, ya que todo era desconocido y no había certeza de lo que iba a ocurrir. Y, además, ha sido el ámbito sobre el que ha recaído gran parte de las consecuencias de la pandemia.

Esto no quita para que otros muchos ámbitos de la sociedad hayan pasado situaciones complicadas, y habría que hacer especial referencia al sociosanitario, en el que ha tenido importantes efectos la pandemia.  No obstante, es esperanzador la práctica ausencia de casos en las residencias tras el proceso de vacunación.  

¿Cómo se ha vivido la situación especialmente en la UCI? 

Como sabemos, la UVI ha sido el último recurso ante la Covid 19. Ante una enfermedad sin tratamiento específico claro, con especial afectación de colectivos vulnerables que eran los que tenían más riesgo de ingreso y de precisar UVI, y la presión que esto supone, ha habido que hacer una carrera de obstáculos para habilitar en tiempo record espacios, aportar equipos e incorporar y coordinar a los profesionales, para poder pasar de las 10 camas habilitadas en aquel momento a las 48 de las que disponemos a fecha de hoy.  

Pero creo que lo más duro, aparte de las intensas y amplias jornadas de trabajo, era el drama humano de enfermos muy graves que llegaban con altas posibilidades de no superar la enfermedad. El esfuerzo de buscar alternativas terapéuticas que dieran esperanza, yo creo que no sólo a los pacientes y sus familias, sino a todos, a la sociedad en general y a los propios profesionales, enfrentados a algo desconocido y terrible que nos estaba ocurriendo a todos, y para lo que en muchos momentos no se veía nada claro el devenir. por eso, creo que debemos ver ahora las cosas no sólo con lo que ahora conocemos, sino con lo que en aquel momento desconocíamos.   

 ¿Ha habido que suspender mucha parte de la actividad asistencial no Covid? 

La situación ha sido diferentes en las distintas 3 olas, y los espacios temporales entre ellas. En la primera ola se suspendió de forma generalizada en la sanidad todo aquello que no fueran urgencias, tumores o patología no demorable. Posteriormente, tras esta fase, en esta área sanitaria en la parte quirúrgica se mantuvo una actividad de aproximadamente el 80% a la previa, es decir se aplazaron un 20%. En el caso de las consultas, lo que se modificó fue el formato, generando más consulta telefónica, ya que se recuperaron casi la totalidad de las consultas no realizadas en la primera ola.

En mayo establecimos un plan de contingencia para recuperar el nivel de actividad asistencial no Covid, que conseguimos en un 75-80% de los casos. Tal es así que las pruebas radiológicas apenas se suspendieron, sino que se establecieron circuitos específicos según el tipo de paciente. 

Y a partir de aquella ola los ingresos en planta de pacientes no Covid empezaron a ser una realidad, de tal forma que durante la tercera ola hemos mantenido un número estable de pacientes no Covid ingresados, lo que ha supuesto un importante reto por la presión asistencial que suponía, a diferencia de la primera ola, tener actividad Covid además de una casi normal actividad sin relación con la Covid. Ahí creo que los profesionales sanitarios han hecho un esfuerzo tremendo, con grandes resultados.

No nos deberíamos olvidar de que en los centros de Atención Primaria, desde el principio, y progresivamente, se ha retomado la actividad, en estos momentos organizada en torno a la asistencia telemática.  

 ¿Afectó mucho la escasez de epis y material sanitario? 

La dificultad generada por la necesidad de que todo el mundo, y cuando digo todo el mundo, me refiero a todos los países afectados, hizo que la demanda de métodos de protección ante la transmisión del virus fuera ingente y que los proveedores de las mismas se vieran desbordados por las peticiones que recibían. Eso hizo establecer un sistema de control, estricto para que el abastecimiento a aquellas unidades y profesionales más expuesto tuvieran disponibilidad de los mismos. Era una circunstancia que obligaba prácticamente 2 veces al día a revisar en qué condiciones estábamos, qué necesidades existían y cómo proporcionar y de dónde, los productos necesarios.

En este aspecto, creo que tanto el Servicio de Suministros como los diferentes responsables y supervisores de las unidades y servicios hicieron una labor, en ocasiones extenuante, pero sin la cual la exposición hubiera sido importante. 

 ¿Cómo se ha afrontado la obligada soledad de los pacientes, incluso en sus últimos momentos? 

Esta cuestión ha sido una de las más difíciles de conjugar. Mantener la seguridad de pacientes, profesionales y acompañantes y familias, a la vez de disponer de un mínimo de comunicación y cercanía. Hubo que adaptar en cada momento y en cada circunstancia el formato a la situación existente. Por parte de las familias, al principio se veía más comprensible, aunque no por ello generara sufrimiento. Pero más adelante, y precisamente cuando en nuestra área sanitaria la incidencia acumulada batía récords, y era más necesario aún mantener medidas de protección, es cuando algunas familias y acompañantes percibían menos la necesidad de estas medidas. Nosotros fuimos conscientes cuando detectamos en varias ocasiones que los contagios podían proceder de visitantes.

Para tratar de minimizar el efecto humano asociado a la enfermedad se establecieron diferentes formatos a través de medios telemáticos, teléfonos, tablets, etc. El apoyo psicológico también se hizo necesario en ciertos casos.

En general, no obstante, existieron indicaciones por parte del SESCAM para abordar estas situaciones, Y para aquellos casos en los que el paciente estaba en sus últimos momentos se estableció una ampliación del «Protocolo de muerte digna» ya existente previamente en el hospital.

 ¿La tercera ola ha sido el peor momento en el hospital de Talavera? 

La tercera ola, en los meses de enero y febrero, se ha desarrollado en un contexto en el que esta área sanitaria llevaba con altas tasas de Incidencia Acumulada de 14 días por encima de 1000 casos por 100.000 habitantes durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, y que había bajado hasta 272 casos por 100.000 habitantes el 27 de diciembre de 2020. A raíz de las fiestas comienza a producirse un incremento muy acelerado de casos e ingresos, cuando aún ni la hospitalización, ni mucho menos la UCI habían llegado a cifras «normales». Es decir, la tercera ola fue más rápida y más intensa, aunque no cabe decir que no fuera esperada, ya que sabemos que las medidas de confinamiento condicionan mucho el impacto en el número de casos, ingresos, utilización de UCI y muertes de personas.

 ¿Qué actividad habitual se ha podido mantener en el hospital y cómo? 

Se ha mantenido en hospitalización, desde mayo, de forma casi normal. En consultas recuperando las perdidas en marzo y abril, muy centradas en el formato telemático. Las pruebas diagnósticas, que se redujeron menos que la hospitalización y la actividad quirúrgica en la primera ola, se han recuperado razonablemente, muy cerca de la normalidad, siempre con las medidas de seguridad, que hacen algo más difícil para pacientes y profesionales la actividad, como PCR, circuitos especiales, medidas de protección, etc.

 ¿Qué le parece el aplauso a los sanitarios de los primeros meses? 

Bueno, supongo que para cada uno habrá sido diferente. Yo creo que aquello fue más una necesidad de todos, de mostrar el apoyo y el soporte que la sociedad necesitaba del sistema sanitario y de los profesionales. Y la forma de expresarlo era aquella, que en muchas ocasiones eran además de los aplausos, otras manifestaciones, como canciones, u otros actos, y que además era, en mi opinión, una forma de escapar del confinamiento de una parte de la sociedad que encontraba así un modo de relacionarse con los demás. Creo que fue de agradecer.