El Congreso se convierte en un 'campo de batalla' por el CGPJ

EFE
-

En el hemiciclo no han cesado los insultos fuera de micrófono y las apelaciones constantes al "silencio, por favor" de la presidenta de la Cámara cuando se ha abordado el intento del Gobierno de cambiar la ley para la renovación del Poder Judicial

El Congreso se convierte en un 'campo de batalla' por el CGPJ - Foto: POOL. Bernardo Díaz/El Mundo

El Gobierno y la oposición han convertido este miércoles el Congreso en un campo de batalla dialéctica por el intento del PSOE y de Unidas Podemos de cambiar la ley y lograr la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), algo que el líder del PP, Pablo Casado, rechaza mientras dure ese "atropello legal".

"A mí no me presiona nadie, y menos alguien como usted", ha asegurado el presidente de los populares en respuesta a Pedro Sánchez y al cerco que los partidos que forman el Ejecutivo de coalición quieren crear alrededor del PP para que se avenga a negociar.

La proposición de ley que PSOE y Unidas Podemos registraron este martes con la pretensión de rebajar el umbral de la mayoría parlamentaria -de tres quintos (210 votos) a absoluta (176)- que permita renovar a 12 de los 20 vocales del poder judicial ha elevado el volumen de la bronca política.

Lo provocó este pasado martes y lo ha provocado este miércoles, porque en el hemiciclo no han cesado los insultos fuera de micrófono y las apelaciones constantes al "silencio, por favor" de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

Los puentes entre el Gobierno y el PP están rotos y el cariz de los ataques no se suaviza. Casado ha pedido al presidente que cese a Pablo Iglesias porque está "acusado de tres grandes delitos con agravante de género" por la Audiencia Nacional.

El caso Dina ha enervado los ánimos aún más. La portavoz de los populares, Cuca Gamarra, y el secretario general del partido, Teodoro García Egea, han llamado "machista" al vicepresidente segundo, lo que ha enfadado a la bancada de Unidas Podemos.

Sánchez se ha defendido y ha contraatacado. Ha expresado su "mayor y absoluta confianza" en Iglesias y ha recordado al PP que ni siquiera está imputado, a diferencia de algunos de los anteriores gobiernos de Mariano Rajoy, cuando llegó a haber a siete procesados y a tres condenados.

La línea de crítica al Partido Popular ha seguido los mismos patrones de estos últimos días, y así, el presidente del Gobierno ha lamentado que la formación de Casado haya renunciado a ser "un partido de Estado" para ser "un partido antisistema".

Ha pedido al líder del PP que si tanto defiende la Constitución, se preste a negociar la renovación del Consejo del Poder Judicial, como establece la Carta Magna. Y le ha exigido apartarse de la "estrategia y posición crispada" de Vox.

"Rectifique, medite, antes de que sea muy tarde para usted y para su partido", ha zanjado.

La idea de Sánchez, este miércoles, ha consistido en trasladar a Casado la presión de la moción de censura presentada por Vox que el Congreso debatirá la semana que viene.

El PP ya ha dejado claro que no votará a favor, pero el presidente del Gobierno ha intentado relacionar la estrategia de Casado con la de Santiago Abascal.

Cuando el líder de Vox le ha preguntado en la sesión de control, el mandatario socialista se ha dirigido al popular durante unos minutos: le ha culpado de la "crispación" que a su entender está fomentando el partido de Abascal.

La bronca entre Gobierno y PP ha continuado en la pregunta de Gamarra a la vicepresidenta primera, hasta el punto de que Carmen Calvo ha solicitado a los populares tranquilidad y que salgan de la "espiral" de llamar dictadura a la vigente democracia.

Ha continuado la dinámica de crispación en el duelo parlamentarios entre la líder de Cs, Inés Arrimadas, y la propia Calvo. La formación liberal, una de cuyas prioridades estratégicas es ahora mismo participar en la aprobación de los nuevos presupuestos generales del Estado, no ha escatimado críticas a la propuesta del Gobierno para renovar el CGPJ.

Arrimadas, como ayer hiciera Casado, ha anunciado que su partido recurrirá ante instancias judiciales europeas la propuesta del PSOE y de Unidas Podemos.

Fuentes gubernamentales, sin embargo, han explicado que en el Ejecutivo no se teme que en las instituciones europeas su alternativa para cambiar el poder judicial sea cuestionada.

Al contrario, según fuentes del Gobierno, el plan de renovación de instituciones que llevan años en funciones no tiene visos de parar. Además del CGPJ, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y RTVE llevan años en funciones o en interinidad.

El Ejecutivo de Sánchez, inciden las fuentes, apela a la Constitución para abordar cuantas vías sean necesarias con el objetivo de renovar las instituciones; si con negociación con el PP, mejor, han dicho las fuentes.

Pero a tenor de cómo ha transcurrido la sesión del pleno de este miércoles no parece que sea posible.