De la artesanía a la ganadería: Economía local en Puy du Fou

La Tribuna
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El parque temático apuesta por los negocios vinculados a la tierra. Se trabaja en el cuidado de razas autóctonas ganaderas mientras germina una artesanía que apuesta por el producto original y elaborado a mano

De la artesanía a la ganadería: economía local en Puy du Fou

Antonio Arellano es el maestro espadero de Puy du Fou. Este toledano tiene su puesto ubicado en La Puebla Real, un pequeño poblamiento ambientado en los albores del siglo XVI. Trata con el acero, uno de los materiales que se ha convertido en seña de identidad de la capital regional a lo largo del tiempo. Arellano exhibe piezas ya concluidas y elabora otras en el momento. Su catálogo incluye abrecartas, llaveros, dagas o espadas. Los precios varían entre los 12 euros de la pieza más simple hasta los 1.200 o 1.300 euros que pueden alcanzar las mejores espadas, «las tizonas españolas del siglo XVI, las de lazo».

El primer día de venta resultó satisfactorio. «Se han vendido cosas», explicaba Arellano. Además del puesto de espadas, en Puy du Fou hay espacio para otro tipo de actividades que se elaboran a mano o tienen una clara función artística. Hay trabajos sobre tejidos, representación caligráficas, muestras de tallados, viandas y gastronomía y otras formas de expresión cultural. La posibilidad de llevarse un recuerdo de la visita anima la adquisición de estos souvenirs. Tampoco faltan las referencias alimenticias más habituales: del queso al ciervo, pasando por el mazapán y la cerveza artesanal elaborada en la provincia.

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Además, Puy du Fou apuesta por la ganadería. Destaca una pareja de burros zamoranos cuya simple presencia pretende «concienciar sobre su peligro de extinción», según explica la propia empresa. El paseo por las 30 hectáreas del parque está jalonado por «animales autóctonos de la zona» que incluyen bueyes u ovejas oriundos de Castilla-La Mancha «y traídos de granjas locales».