La madrugada del sábado al domingo no fue muy tranquila en Toledo. Tanto la Policía Nacional como la Local recibieron avisos de peleas en distintas zonas de ocio del Casco, sin que ninguna, afortunadamente, llegara a mayores. Podría haber sido una noche de fin de semana cualquiera, salvo por la escena que una patrulla de agentes municipales se encontró cuando realizaba la ronda por Bisagra.

Eran entre 6:00 y las 6:30 horas del domingo cuando observaron un grupo de gente en La Vega, percatándose que uno de ellos parecía estar herido. Al personarse en el lugar comprobaron efectivamente que se trata de un joven, de unos 23 años de edad, que presentaba una herida punzante en el pecho, producida con algún tipo de pincho o punzón, por la cual sangraba. La herida no revestía de gravedad, era superficial, ya que, al parecer, el punzón impactó con una costilla, pero los agentes procedieron a llamar a una ambulancia para que se encargara del herido, que fue trasladado a Urgencias del Virgen de la Salud.

Lo curioso del caso es que nadie de los presentes, ni la supuesta víctima ni su novia, ni algunos familiares que se encontraban por la zona, quisieron declarar qué había pasado, negándose a denunciar alegando que no había sido nada y que el herido estaba bien. Tampoco facilitaron ninguna descripción del supuesto agresor.

Los agentes de la Policía Local procedieron a elaborar un informe, con la filiación de la víctima y su pareja, y una relación de lo ocurrido, que fue remitida a la Policía Nacional para abrir una investigación.