El miércoles el sistema sanitario público castellano-manchego amaneció con 1.000 camas libres. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, comentó que un día más se están produciendo más altas que ingresos en los hospitales y eso hace que en las últimas horas se haya reducido el número de hospitalizados en 177. Además ha ido decreciendo el porcentaje de ingresos de las personas que van a Urgencias. El dato de ayer es de un 26%, pero es que hace diez días eran 60 de cada 100 que iban a Urgencias los que acababan hospitalizados. “Quiere decirse que hay menos gente enferma y por eso acude menos a Urgencias”, comentó el consejero, “además se están haciendo unos triajes excelentes”.

Ante esta situación de algo más de estabilidad en la asistencia sanitaria, sobre todo comparándola con la que se vivía hace unos días, el consejero de Sanidad no descarta que algunas camas que están en “los lugares donde no es apropiado tenerlas, las iremos cerrando paulatinamente”. Eso sí, aseguró que esta medida la irán tomando “si la presión asistencial lo permite”.

El Gobierno regional ha seguido una política de aprovechar al máximo los centros hospitalarios que tiene e intentar no habilitar camas en otros edificios para no diversificar el trabajo de los profesionales sanitarios. Eso ha hecho que hayan tenido que buscar espacios en esos hospitales que no albergaban camas y en los que se han instalado para poder atender a más pacientes.