Todos los honores para la patrona

L.G.C.
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4.000 claveles rosas y blancos cubren el manto que los talaveranos ofrecieron durante toda la jornada de víspera al día grande de la Virgen del Prado. Voluntarios de las cofradías y de la Hermandad de Nuestra Señora del Prado recogieron las flores.

Todos los honores para la patrona - Foto: Manu Reino

La devoción que los talaveranos profesan a la Virgen del Prado, patrona de la ciudad, se dejó ver ayer nuevamente después del paréntesis obligado el pasado año por el Covid. Siguiendo la tradición de la víspera de la festividad grande, el día de la Natividad de María, los talaveranos visitaron a su patrona en un continuo peregrinar a la Basílica, en los Jardines del Prado, para llevar sus ofrendas en forma de claveles para la Virgen del Prado.

Un goteo constante que se prolongó desde primera hora de la tarde hasta más allá de las 19,00 horas, en una nueva muestra de amor y lealtad a la patrona y Alcaldesa Perpetua de la ciudad. Fueron alrededor de 4.000 claveles, blancos y rosas y una pequeña cantidad de color rojo, los que dieron forma al tupido manto floral engalanando a la Virgen para su gran día.

La venta se inició sobre las 11 de la mañana en los alrededores del templo. Los devotos no dudaron en hacerse con media docena o docena entera, aunque algunos preferían llevar los claveles «sueltos, uno, dos o tres», indicaron, todos con el mismo valor de ofrenda a la patrona.

Junto a los claveles, también se instalaron puestos de artesanía y regalos, la mayoría de ellos en cerámica, con imágenes y recuerdos de la imagen mariana, aprovechando la festividad. Curiosos eran los llaveros, pulseras o imanes para la nevera, acompañados de abanicos, pendientes o colgantes, todos ellos con muy buena aceptación por los presentes.

Ya en el interior de la Basílica, el manto de claveles y la Virgen delPrado lo ocupaban todo. Los fieles accedían por el pasillo central con las flores que, como novedad, debían entregar a los voluntarios en las rejas del interior de la Basílica, por las restricciones Covid. Desde allí los mismos voluntarios de la Junta de Cofradías de Talavera y de la Hermandad de la Virgen del Prado los subían hasta el altar y confeccionaban el manto con todo su cariño.

Con la mejor de las voluntades, cortaban el tallo y los colocaban sobre la estructura sobre la que se acomoda. Un anagrama mariano en el tercio superior en tonos rosas y una especie de cenefa en la misma tonalidad en un mar de claveles blancos, componían al cierre de la ofrenda el nuevo ‘vestido’ de la Virgen del Prado.

Numerosos ciudadanos no dejaron pasar la oportunidad de visitar a la patrona en la víspera de su fiesta. Tras la entrega de los claveles, muchos aguardaban en el interior del templo en un rato de oración con Nuestra Señora del Prado, haciendo que estuviera acompañada en todo momento.

Tampoco quiso faltar a esta cita con la Virgen la Corporación Municipal, liderados por la alcaldesa, Tita García Élez. Todos ellos, junto al vicepresidente de la Hermandad de la Virgen delPrado, Julio Blázquez, hicieron su ofrenda al rector de la Basílica, Felipe García Díaz-Guerra, quien les agradeció su presencia y les recordó que en cada clavel «hay una ofrenda de petición» a la madre de los talaveranos.  No faltó el presidente provincial del PP, Carlos Velázquez.

Tras ello, se procedió al rezo de un Ave María, al que no siguió la clásica foto de familia en el altar, por los problemas ya citados con la pandemia, foto que sí tomaron a la entrada frente al pórtico.

El manto floral se completó poco después de las 19 horas, dejando una imagen bella y diferente para un nuevo 8 de septiembre, día de la Natividad de la Virgen del Prado y fiesta grande de Talavera.