El montaje, la labor invisible que hilvana las historias

M.G
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El conocido montador Alberto del Campo, uno de los profesionales que más años lleva trabajando con el director de cine Rodrigo Sorogoyen, explica los entresijos de elaboración de películas y series

El montaje, la labor invisible que hilvana las historias

Hoy toca rodar una escena de acción, pero no una cualquiera, una de la exitosa serie ‘Antidisturbios’, del director Rodrigo Sorogoyen. El objetivo es conseguir que el espectador acompañe al grupo de policías, que se sienta parte de él, que viva su frenética intervención a la entrada de un domicilio. Las secuencias ya están rodadas y ahora le toca a Alberto del Campo poner su magia en el montaje «con muchos planos, con ritmo y tensión para generar la adrenalina que viven los protagonistas en ese momento y han quedado plasmadas en esa cámara en mano que ayuda a imprimir el movimiento.

«El montaje es saber contar historias con imágenes que han grabado otras personas», explicó Del Campo a inicio del encuentro que ha ofrecido esta mañana el Festival del Cine y la Palabra ‘CiBRA’, para acercar y dar a conocer el trabajo de los montadores, ya que suele pasar muy desapercibido para el gran público a pesar de que su labor es fundamental para conseguir una buena película o serie.

Este profesional lleva muchos años en escena ya y aún así se sigue enfrentando a distintas dificultades tras los rodajes. «Un montador cuánto más creativo sea y a más problemáticas se enfrente mejor porque mejor serás en un futuro». Su trabajo es tranquilo, como comentó ayer al conductor del encuentro, Ramón Guzmán, profesor de FP de Imagen, porque transcurre en un sala, lejos del ajetreo de un rodaje, pero no es fácil hilvanar las escenas, realizar cortes, añadir y pulir planos y secuencias sin perder el alma que buscan los directores.

«Con las películas de Sorogoyen buscamos que sean lo más reales posibles y que el espectador esté dentro de la situación. El ritmo intenso de parte de la trama se consigue con cámaras de mano en movimiento, como ocurre en ‘El Reino’ o en ‘Que Dios nos perdone’, dos películas de este aclamado director y guionista español que acaba de estrenar la serie ‘Antidisturbios’ en Movistar junto a Borja Soler, en la que ha trabajado Alberto del Campo, que también ha terminado recientemente el montaje de ‘Patria’, otro éxito televisivo.

Sorogoyen y él se conocen bien y desde hace muchos años, una ventaja a la hora de trabajar y acertar. Al director le gustaba meterse en la sala de montaje y seguir paso a paso el proceso, pero ahora prefiere evitarlo y sentarse con Alberto del Campo una vez que está prácticamente finalizado para ver juntos «muchas veces» la película y la serie antes de lanzarla por si hubiera que retocar algo.

Lo mismo le sucede al montador soriano. Prefiere estar al margen en los rodajes para tener libertad a la hora de pulir o eliminar un plano, una frase o lo que sobre. «Me costaría mucho hacer mi trabajo y cortar planos si viera en directo el esfuerzo que suponen, las horas extras de rodaje y el coste económico». La complicidad con Sorogoyen también ayuda a conseguir esas películas tan especiales desde hace años. Los  dos decidieron hace años montar la productora Caballo Films para sacar adelante la película ‘Stockholm’, un filme independiente que cobró un gran protagonismo hace siete años.

premios. Alberto del Campo tiene experiencia en galardones junto a Sorogoyen. Recibió una nominación a los Goya como montador de la película ‘Que Dios nos perdone’ y lo consiguió el año pasado con ‘El Reino’. También con el corto ‘Madre’ estuvo a punto de conseguir un oscar por el montaje, entre otros premios.

Sin embargo, Alberto del Campo huye del protagonismo y busca nuevos retos constantemente. Le gusta trabajar en proyectos junto a otros montadores para conocer «otra mirada fresca» y encontrar ese equilibrio que ayude a encaminar la película o la serie «hacia una misma dirección. También explicó a más de setenta espectadores del encuentro de cine ‘Reyes Abades’ del CiBRA a través del canal youtube el vertiginoso ritmo de trabajo de una serie de carácter semanal, el montaje de otras, como ‘Antidisturbios’ que se ruedan «como una película en capítulos» y el trabajo diario del montador cuando hay rodaje y la secuencia tiene que quedar montada al final del día.

Alberto del Campo sabe mucho de cine y siempre está listo para coser las historias sin que el espectador lo note, pasando de puntillas por una historia con tramas más o menos complicadas, con giro de guión constantes  o ritmos frenéticos que demanda la acción.