Ampliar el campus de la Fábrica de Armas costará 34 millones de euros

F. F.
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El objetivo del Plan Especial presentado por la Universidad es incrementar las instalaciones para residencia, docencia, cultura, deportes y esparcimiento con intervenciones que respeten la estética y la distribución históricas

Ampliar el campus de la Fábrica de Armas costará 34 millones de euros

La Universidad regional ya tiene un Plan Especial para ampliar el campus de Toledo en las viejas instalaciones de la Fábrica de Armas. Tiene el documento urbanístico en el que se incluye un boceto de lo que se puede y lo que no se puede hacer sobre este terreno y, también, tiene el aprobado del Pleno del Ayuntamiento de la capital. Ahora sólo le hacen falta 34 millones de euros.

Siete años después de que el Ayuntamiento y la Universidad firmasen el convenio de cesión del suelo, el Plan Especial detalla todas las intervenciones aconsejables para poner a pleno rendimiento las instalaciones existentes (rehabilitación), para recuperar lo inutilizable (demolición) y para aprovechar los espacios vacíos (obra nueva).

El documento, firmado por la arquitecto Sonia Pages García, establece un plazo de ejecución de cuatro años. Durante los dos primeros la inversión será de 13,4 millones de euros (en cada ejercicio), en el tercero de 3 millones y en el último de 3,8 millones. El mayor gasto se produce en obras de rehabilitación y nueva edificación, seguido por la urbanización, y mientras que la demolición, en conjunto, no llega al medio millón.

En el apartado de objetivos, atendiendo a las «necesidades inmediatas de ampliación de la Universidad», se menciona la creación de un espacio de «alta calidad urbanística» que respeta volúmenes, alturas, materiales y distribución de las construcciones históricas de la Fábrica. El destino de los edificios será el de equipamientos educativos (investigación y desarrollo), culturales, deportivos o recreativos pero también se plantea la posibilidad de «residencia dentro del ámbito universitario».

Sobre una superficie total de 43.714 metros cuadrados, la edificabilidad es de 16.279 metros, se reserva espacio para aparcamientos (236 plazas) más una franja de 5.855 metros como área de protección de la ribera del Tajo.

Para rehabilitación se identifican seis edificios en los que se propone aplicar el «concepto en su sentido más amplio» que incluye la conservación o restauración  pero también «la reintegración del conjunto al patrimonio útil, con usos adecuados a las nuevas necesidades de la sociedad, compatibles con las características arquitectónicas y urbanísticas del conjunto».

Protección. Hay que tener en cuenta que la Fábrica de Armas está declarada Bien de Interés Cultural y, además, se da por hecho que el suelo guarda restos de valor arqueológico industrial por lo que el primer paso siempre será la excavación y, en caso de que surjan restos, la integración una vez que su valoración lo exija. Con estos dos condicionantes la propuesta de intervención trata de ser lo más respetuosa posible pero a la vez intenta ofrecer la máxima utilidad a la Universidad.

El detalle del Plan se demuestra en que propone la protección de elementos  derivados de los «métodos y sistemas constructivos originales» como son las «fábricas de ladrillo, revocos, cubiertas o canalones» así como la «espacialidad interior» de las naves.

En este sentido para aumentar la edificabilidad sugiere que en edificios diáfanos de gran altura se construyan entreplantas interiores que permitirán obtener más espacio sin romper la estética exterior.

La fórmula para encontrar «coherencia volumétrica» entre los edificios existentes y los de nueva planta tiene como principal ingrediente que «ningún nuevo edificio podrá superar la cota de cornisa del edificio Sabatini, como el más representativo del conjunto». Sólo podrán sobresalir elementos ya integrados en el conjunto como las chimeneas, la torre del reloj, o el depósito de aguas.

Si la opción elegida es la «sustitución de edificios existentes» por su «escaso valor» las nuevas edificaciones «deben tender a ocupar la posición de los eliminados» si bien en «casos singulares» se aboga porque sea «el uso» lo que «pueda determinar la nueva forma».