«Si no cuidamos de nuestros mayores malos hijos y nietos seremos». El alcalde de Gálvez, Manuel Fernández, informaba recientemente a sus vecinos que tras la realización de casi 70 test han podido confirmar que, «en estos momentos», el municipio está libre de coronavirus entre un grupo de población que «nos preocupa especialmente».

Relata Fernández que esta preocupación les llevó la pasada semana, «y bajo prescripción médica», a contactar con un laboratorio para poder realizar test en la residencia de mayores -tanto a trabajadoras/es como residentes-, a las trabajadoras del servicio de Ayuda a Domicilio -«que en Gálvez tiene muchos servicios»- y a todo el personal del Centro Médico.

 «Son los que nos están atendiendo y protegiendo», subraya el alcalde que no obstante, insiste, en que «no podemos relajarnos».

Celebra, eso sí, poder decir que «tenemos la residencia inmaculada» porque, entre otras medidas, «decidimos su cierre diez días antes lo que, incluso nos llevó a tener algún que otro problema».

Manuel Fernández afirma que seguirán realizando test en la medida de sus posibilidades cuando en la siguiente fase se abra al público el Ayuntamiento y consultará con los médicos para valorar si es necesario volver a realizar los test en la residencia y entre el personal de Ayuda a Domicilio.

«O se hacen test o podemos ir marcha atrás», alerta el alcalde que recuerda que ya han sido seis las cartas que ha enviado a la Delegación de Sanidad y a la Subdelegación para que realicen este tipo de pruebas en su municipio.

Porque, de momento, las pruebas realizadas han corrido a cargo de los fondos municipales ya que, subraya Fernández, «no tendremos para otra cosa, pero para salvaguardar a nuestra población más vulnerable sí».

no bajar la guardia. Y aunque a día de hoy los galveños puedan celebrar que no tienen casos de coronavirus, su alcalde apela a la responsabilidad de todos porque «no podemos relajarnos, independientemente del nivel de desescalonamiento que se tenga, tenemos que prevenir, tenemos que acostumbrarnos a convivir con este bicho».

Al respecto, pide encarecidamente el alcalde de Gálvez que la población haga uso de los elementos de seguridad y respete las medidas de distanciamiento social. En lo que respecta a la primera cuestión, Manuel Fernández recuerda que desde el Ayuntamiento ya se han repartido más de 5.000 mascarillas entre la población que se unen a las distribuidas por Diputación -que alcanzan a un 13% de los habitantes- y a las que envía el Gobierno regional.

También señala Fernández que  el Ayuntamiento se ha volcado en conseguir elementos de protección  que se han ido repartiendo entre la residencia, ayuda a domicilio, servicio médico y comercios abiertos al público. «Nos hemos defendido, y tenemos que seguir haciéndolo como buenamente podemos».

Por otro lado, elConsistorio -y por ello da las gracias a los empleados municipales y a todos lo que vienen colaborando con el municipio- lleva a cabo una desinfección de todo el municipio cada semana además de la que a diario se realiza en las zonas en las que se concentra más público.

«Os pido que ayudemos a nuestro pequeño comercio»

Con la confianza puesta en la respuesta cívica de sus vecinos, el alcalde de Gálvez plantea ahora otra necesidad, la de dinamizar la economía local. Por eso, y a falta de ayudas que puedan llegar de los gobiernos central, regional o provincial, afirma Manuel Fernández que toda la Corporación local «se podrá a trabajar en las medidas a implementar para ayudar a toda esa gente que ha quedado maltrecha por esta crisis sanitaria que ahora ya va a ser crisis económica»

Y en esta labor también apela a la colaboración de los vecinos a los que pide que «ayudemos al  pequeño comercio, compremos en Gálvez, dinamicemos la económica local, porque muchas familias dependen de que compremos aquí».

Y en el avance de la desescalada, el Ayuntamiento de Gálvez como todos los ayuntamientos, tiene que afrontar otras preocupaciones a las que más pronto que tarde habrá de dar una respuesta. Así lo señala Manuel Fernández  que además de la necesidad de ayudas económicas sabe que la entrada en la Fase 1 llevará aparejado plantear soluciones por ejemplo a los mercadillos. «Te tienes que poner en la piel de la gente que come de ello pero no podemos tirar por tierra el trabajo hecho hasta ahora», razona Fernández, adelantándose a una circunstancia que deberá  estudiarse como también la apertura de piscinas o las fiestas. 

Y reconoce que conjugar las normas que garanticen la seguridad con el empuje económico no será fácil pero insiste en que «después de 60 días no podemos permitir que se venga todo abajo porque no habrá solución como país».