No sólo no piensa aumentar el número de concejales liberados y la cifra del personal de confianza de los distintos grupos políticos, sino que el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, no dudó ayer en lanzar un órdago a grandes y aventuró que «seguramente, con el tiempo, podamos proponer un escenario de reducción».

Así, el primer edil toledano mostró su postura de máxima austeridad frente al informe sobre el anteproyecto de ley para la racionalización y sostenibilidad de la administración local elaborado por el Gobierno de Mariano Rajoy, un documento con el cual el Estado espera ahorrarse 7.129 millones de euros entre 2013 y 2015, pero que en el caso de Toledo no supone ningún ahorro en cuanto a personal o salario del alcalde, puesto que en un principio permitía al Ayuntamiento de la capital de Castilla-La Mancha la posibilidad de aumentar una media jornada de liberados y contratar seis eventuales más.

«A pesar de que la ley de Rajoy invita a aumentar los eventuales y liberados, en Toledo no lo vamos a hacer», manifestaba en la mañana de ayer Emiliano García-Page, desconocedor de una actualización del borrador, fechada el pasado lunes, que viene a cercenar las aspiraciones de aquellos alcaldes que sí estaban dispuestos a engrosar más su plantilla de personal de confianza.

«En ningún caso, la entrada en vigor de esta ley podrá suponer el incremento del número total de puestos de trabajo de personal eventual de la plantilla de las respectivas entidades locales respecto al que dispongan a 31 de diciembre de 2012», reza la ‘disposición transitoria séptima’ del informe actualizado del anteproyecto, impidiendo así que, aunque Page quisiera, se aumentará en seis personas más el número de eventuales del Consistorio.