La restauración de la torre de la Catedral está finalizada

F. J. R.
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Se está procediendo a la retirada del complejo andamiaje que desde julio de 2019 ha ocultado la aguja gótica. Se estima que en un mes luzca tras su saneamiento

La restauración de la torre de la Catedral está finalizada - Foto: David Pérez

La aguja gótica de Toledo comienza a liberarse de los andamios que han ocultado su silueta desde julio del pasado año. El desprendimiento de una roca de grandes dimensiones el 14 de octubre de 2018, sin que hubiera que lamentar daños personales, encendió las alarmas sobre el estado de la torre de la Catedral Primada.

Tras ser analizada por técnicos, arquitectos y arqueólogos se optó por una rehabilitación de sus muros, en donde el granito había comenzado a descascarillarse por el paso del tiempo y la erosión del viento y el agua.

Para realizar los trabajos de consolidación y saneamiento de la estructura, los andamios han cubierto desde hace más de un año cuatro de los cinco cuerpos de altura de la torre. Gracias a ello se podía caminar alrededor de la imponente mole y contemplar a simple vista sus múltiples detalles, toques mudéjares y elementos decorativos que escapan de la vista del viandante.

La restauración de la torre de la Catedral está finalizadaLa restauración de la torre de la Catedral está finalizada - Foto: David PérezSe ha tratado de un trabajo meticuloso, piedra a piedra, en el que han participado doce trabajadores, realizando una tarea prácticamente artesanal que ya está terminada y que en los próximos días será analizada y explicada en rueda de prensa por el deán de la Catedral.

Consolidar piedras, principalmente cornisas, sustituir cuñas de madera centenarias que estaban ya podridas por el agua y sanar la piel de granito de la torre han sido parte de los trabajos que se han acometido.

Tras la restauración de la torre se acometerán las cubiertas.
Tras la restauración de la torre se acometerán las cubiertas. - Foto: David Pérez
Además, con los trabajos previos a la obra se pudo descubrir el mortero medieval original de la torre y su particular llagueado, que para nada es blanco. Todo lo contrario, es de un gris muy oscuro, casi en negro, de tal forma que se camufla la unión entre piedra y piedra. Le da a unidad al conjunto, y todo parece un único bloque de granito. «El efecto visual será espectacular», anunciaba hace más de un año el deán a La Tribuna. Ahora, procediéndose a la retirada de los andamios, que durará más o menos un mes, podrá comprobarse ese sensacional aspecto de una sola roca que tuvo originalmente esta joya de las catedrales españolas.