El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reivindicado su autonomía y la de los demás dirigentes regionales para negociar el modelo de financiación anteponiendo los intereses territoriales a los de partido, en su caso el PSOE.

El presidente castellano-manchego se ha expresado en estos términos en declaraciones a los medios desde el 40 Congreso Federal que el PSOE celebra en Valencia.

Page ha defendido la reunión entre presidentes autonómicos que promueve el popular gallego Alberto Núñez Feijóo, en la que inicialmente iban a acudir ocho presidentes autonómicos, porque asegura que el «diálogo entre comunidades» de distinto color es positivo para España, siempre que se plantee «de forma constructiva».

«Lo que sería grave es que seamos incapaces de juntarnos presidentes de un partido y otro cuando lo que tenemos es el mismo problema y la misma visión de las cosas», ha apostillado.

Page ha restado importancia al eventual aplazamiento de la cumbre impulsada por Feijóo que ha planteado este domingo el presidente de Extremadura, el también socialista Guillermo Fernández Vara. «La fecha es lo de menos», ha sentenciado.

Cundo comience la negociación para renovar el modelo de financiación autonómico, caducado desde 2014, Page ha confiado en que la dirección nacional del PSOE, «un partido que se llama a sí mismo federal», asumirá «claramente» que sus presidentes autonómicos lleven propuestas «más de territorio que de partido».

«En mi partido nadie, ninguna dirección, le ha dicho a los presidentes autonómicos lo que tienen que hacer», ha insistido, tras lo cual ha destacado que le «preocuparía» que presidentes del PP «postergaran los intereses de su tierra por intereses de Génova».