La Comandancia de Toledo fue ayer de nuevo el centro de la celebración de la Patrona de la Guardia Civil de Castilla-La Mancha con una multitud de público que aplaudió con entusiasmo el paso de cada uno de los grupos que participó en la parada y desfile realizados en la Avenida de Barber (cortada al tráfico para la ocasión). Junto al anfitrión, el coronel jefe interino de la Zona Gabriel Llamazares, presidieron el acto las autoridades civiles de la Delegación del Gobierno, Francisco Tierraseca, de la Junta de Comunidades Juan Alfonso Ruiz Molina, la alcaldesa de Toledo Milagros Tolón y la vicepresidenta de las Cortes Josefina Navarrete.

En el discurso de Llamazares destaca su compromiso explícito en favor de los guardias  y sus familias que en «determinadas partes del territorio son vilipendiados y hostigados» en lo profesional y en lo particular, «simple y llanamente por cumplir» la misión que la Constitución les asigna. A ellos manda su ánimo y apoyo.

Llamazares hizo un balance somero de las 41.000 actuaciones que la Guardia Civil realizó en Castilla-La Mancha el año pasado (91 rescates; 6.394 auxilios...) subrayando que son los ciudadanos para los que trabajan quienes dan sentido a la Guardia Civil, un cuerpo subordinado a la ley cuya forma de actuar viene presidida por «la lealtad, la honradez y la disciplina». Aun así pide que no haya «autocomplacencia» y que los profesionales analicen como mejorar sus resultados.

Como retos de futuro establece aumentar la cercanía con la sociedad e involucrarse en los problemas que deben solucionar, para lo que le gustaría aumentar el servicio y la calidad de la atención al público en cada localidad. Dicho eso, opina que para lograrlo será preciso contar con más número de efectivos, así como hacer una restructuración de las unidades con el fin de optimizar los recursos disponibles.